El invicto púgil estadounidense vapuleó al atleta de artes marciales
Y se concretó el pronóstico de los expertos: La madrugada de este domingo, en la arena del moderno coliseo T-Mobile de la ciudad de Las Vegas, Nevada (Estados Unidos), Floyd Mayweather Jr. masacró al irlandés Conor McGregor, atleta de las artes marciales mixtas. Lo noqueó en el décimo asalto en una pelea pactada en el peso mediano junior y que fue transmitida, a televisión abierta, por la cadena Foxs Sports.
Con este contundente triunfo, Mayweather solidifica un limpio expediente en su gloriosa carrera profesional de 21 años. Ahora tiene marca de 50-0 con 27 victorias por nocaut.
MacGregor, quien durante todo el proceso de la publicidad del combate se manifestó como todo un vocinglero -afirmaba que iba a noquear en el cuarto round a su rival-, recibió una paliza de puños en los últimos cuatro asaltos.
En el primer tercio del combate el irlandés, que en su debut en el boxeo rentable presenta 0-1 y en su deporte de artes marciales mixtas tiene 21-3, tuvo un aceptable desempeño.
Llegó a conectar, aunque “alocadamente” algunos puños que impactaron la anatomía del estadounidense.
Sin embargo, a partir del sexto round prácticamente había un solo hombre en el cuadrilátero y esa era Mayweather quien castigó con solidez la cara de McGregor mediante efectivas combinaciones de izquierda en gancho y recto largo con su mano derecha.
Mayweather, quien se vio en excelentes condiciones físicas, se fue administrando poco a poco. Estudio el estilo de McGregor quien comenzó como un guerrero tratando de impresionar a su rival.
McGregor, tres pulgadas y media de alto que Mayweather y con un físico más definido, siempre fue hacia el cuerpo de cinco veces campeón mundial en diferentes divisiones.
Buscaba siempre impresionar con su guardia zurda, pero sus golpes nunca se vieron que tenía la normativa técnica del boxeo.
MacGregor, cuando en los asaltos octavo y noveno se veía vapuleado por la recia ofensiva de Mayweather, acudía desesperadamente al amarre y observaba constantemente el reloj de los tres minutos. Los tres minutos que dura cada asalto el boxeo profesional.
Cuando dio inicio el décimo asalto Mayweather, consciente de que ya McGregor no tenía fuerza y que lucía exhausto, preparó su “arsenal”.
Comenzó a golpear sin piedad y con fortaleza a su rival, el irlandés, tras ser castigado con efectivos goles a la cara, se vio con sus piernas en forma de gelatina. Casi besa la lona.
Y al no responder a la ofensiva de Mayweather, quien pegaba puños a su antojo, el árbitro Robert Byrd, nativo de Las Vegas, decidió poner fin al desigual combate y declaró ganador por nocaut técnico al sensacional púgil de Estados Unidos.
El show mediático resulto “interesante”
Expertos dijeron que el llamado “show mediático”, como lo bautizó este redactor, resultó “interesante”.
Pero, además, con la capacidad enseñada por Mayweather el boxeo ganó espacio a novel del mundo deportivo, ¡porque su represente, Floyd Mayweather, no permitió con un miembro de las artes marciales mixtas como Conor McGregor, se alzara con una victoria que el propio peleador irlandés había proclamado ruidosamente.
Asimismo, Mayweather, a quien sus más ácidos críticos que lo califican como “un boxeador evasivo”, demostró mucho pundonor y siempre fue él quien buscó la pelea. McGregor, de su lado, siempre peleó a la defensiva, rehuyendo a los puños del estadounidense.
Con su clara victoria Mayweather dejó en el olvido una “sequía” de triunfos por nocaut, no ganaba una pelea por nocaut desde el 2011 cuando despachó por esa vía en el cuarto asalto a Víctor Ortiz. Antes, en el mismo 2011, también despachó por la vía del sueño –lo noqueó en el décimo round- al británico Ricky Hatton.
Minutos después de su triunfo, con el que ganó un título especial en la categoría mediano junior otorgado por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Mayweather reiteró que su pleito con McGregor “ha sido su última pelea”.
Lo propio declaró el 12 de septiembre de 2015 cuando derrotó por amplia decisión (unánime) a su paisano André Berto.