Los candidatos para optar por el premio al Dirigente del Año en la NBA abundan.
La Conferencia Este está llena de buenos pretendientes. Podría señalar el gran trabajo de Erik Spoelstra al frente del Heat de Miami o el célebre manejo que ha tenido Scott Brooks con los Wizards de Washington.
La Conferencia Oeste no es diferente. Desde el sempiterno genio de los Spurs de San Antonio, Greg Popovich, hasta el ya laureado Steve Kerr, de los Warriors de Golden State, sin dejar de mencionar el éxito del “run and gun” de Mike D’Antoni, de Houston Rockets, todos tienen grandes méritos en esa salvaje conferencia.
Sin embargo, si tuviese un voto para este premio no sería para ninguno de ellos, aunque, insisto, lo merecen. El mío sería para Brad Stevens, de los Celtics de Boston. Este joven estratega (39 años) tiene a sus Celtics en un posición en la que pocos pensaron sin probablemente contar con un jugador establecido dentro del Top 15 o quizás Top 20 de la NBA.
Stevens y sus Celtics (48-26)se encuentran empatados en la cima del Este con los Cavaliers de Cleveland (47-25), que tienen en sus filas al mejor jugador de la liga, LeBron James, y a dos gregarios de la talla de Kyrie Irving y Kevin Love.
Este hombre no tiene súper estrellas. Tiene piezas que juegan para favorecer entre sí.
Isaiah Thomas ha tenido una campaña bestial, digna, incluso de un premio al Jugador Más Valioso, pero Al Horford, Jae Crowder, Marcus Smart y Avery Bradley han jugado un papel más que importante sin dejarse notar mucho.
Stevens es reconocido en la liga como el mejor coach joven. Se nota claramente por qué. Él claramente domina los sistemas del juego en ambos costados de la cancha, pues no es un coach que solo se inclina a la ofensiva.
Ha mostrado temple y coraje para tomar las mejores decisiones en juegos cerrados. Stevens ha sacado el jugo a un grupo de jóvenes cuyo estilo cooperativa está muy volcado al perfil Popovich en San Antonio. Juega con disciplina y ha mantenido ese grupo unido con una excelente química. Si finalmente Stevens y Boston logran quedarse con el primer lugar del Este el premio será puro trámite. ¿Y si no?: igual.