Apenas tiene diez años y ya registra vastos conocimientos de béisbol. Cristalizar el sueño que su padre no logró de llegar a las Grandes Ligas es su misión.
Se trata de Yeiden Yonell Herrera Roa, que a su corta edad muestra excelentes dotes de jugador y que lleva en la sangre gracias a su padre de nacionalidad dominico-cubano, Anderson Herrera Álvarez, un licenciado en administración de empresas e ingeniero de construcción, profesiones en las que tuvo que refugiarse tras no concretar el anhelado deseo de poder pisar el terreno de un estadio de las Mayores.
“Siempre me ha gustado este deporte”, expresa Yonell sin titubeos al momento de expresarse. “Me divierto jugando gracias a mi papi, quien me inspiró a jugar béisbol, al igual que mi abuelo, de Crianza (Montaño) que tiene una liga, y un tío mío”, agregó.
Pasión por el béisbol
Es tanta la pasión que el novel jugador, quien defiende la posición seis (paracorto), le muestra, que en varias ocasiones se le ve en un terreno entrenando.
“Muchas veces mi papá llega cansado del trabajo y le digo que vamos a atrapar rodados y me acompaña. Y es por él que me gusta el béisbol. Siempre lo veo jugando en la liga de veteranos “, señala.
A pesar de su edad, Yeiden está señalado para ser una gran promesa del béisbol profesional, así lo destaca su Agente Enrique Bautista (Miguelón) Presidente de la Academia MVP Ruddy Santini en especial para el 2028, año hábil para que sea escogido por una de las 30 organizaciones de las Grandes Ligas.
Yonell, quien es talento de esta prestigiosa Academia de donde han salido peloteros de la talla de Wander Franco, Rafael Devers, Orelvis Martínez entre otros, también es modelo de la destacada marca de útiles deportivos “Power Hitter RD”, representada en el país por el licenciado Roger Ferreras y del programa especializado para bateadores élite “Pro Athletic” que preside el exjugador profesional Junior Amarante.
Orgullo para su papá
“Mi hijo es una bendición. Es un niño que ha mostrado excelentes facetas y cualidades desde temprana edad para jugar al beisbol. Eso lo he visto desde que llegó a la liga de mi padre Montaño.
“Es un niño que trabaja mucho y eso me motiva a no separarme de él”, narra Anderson sobre su vástago.
El pasado domingo, en el estadio número dos de softbol del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, escenario que utilizó para conectar largos batazos por las diferentes bandas del parque, así como atrapar rodados, fueron hechos que calificó de diversión.
“Mi meta es mantenerme firme jugando pelota. Llegar al profesionalismo es mi sueño y para lograr ese objetivo tengo que trabajar duro y lograr lo que mi padre no pudo y de quien me siento muy agradecido por todo lo que ha hecho por mí”, indicó Yonell, quien ha paseado su talento por las ligas Wilkin Araujo, Academia Banana, Los Robles, Montaño, Liga Miranda, La Javilla y Otro Nivel.
“En el futuro yo me visualizo en las Grandes Ligas con Dios por delante y así poder ayudar a mis padres, quienes siempre han estado ahí en todo momento”, agregó.
El béisbol, un deporte que le apasiona
Cuando Yonell, a quien le apodan “El Fenómeno”, llega del colegio, come y luego descansa, empaca su bulto para dirigirse al Centro Olímpico donde sus preparadores Juan Jonathan Arias (béisbol) y Anyelo Díaz (campo y pista) inician con su rutina, que no para hasta casi bien entrada la noche en el kilómetro 22 de la autopista Duarte con su preparador de infield Melvin de los Santos.
“Este es un deporte que me apasiona mucho. Quiero ser un digno representante de mis dos patrias: Dominicana y Cuba” expresa Yeiden.