Carlos explica a elCaribe las razones que lo llevaron a firmar con los Filis por encima de Yanquis, Kansas, Boston y Cleveland
Mientras muchos jugadores esperaron que el teléfono sonara, a Carlos Santana le sonreía el panorama con las llamadas de 12 equipos de Grandes Ligas antes de las reuniones invernales. Sus tres más apreciadas cualidades -paciencia en el plato, porcentaje de embasarse y durabilidad en el terreno- lo ayudaron en un mercado que se ralentizó y que aún tiene a más de 60 peloteros sin trabajo incluyendo a Melky Cabrera, José Bautista y Ubaldo Jiménez. Aunque se piense que no acapara titulares o que sus 31 años pudieron ser factores en contra, Santana ha demostrado por qué es tan valioso y cómo no fue una casualidad ni suerte aterrizar en la ciudad de Filadelfia.
“No puede ser suerte porque cuando tú tienes doce equipos atrás de ti, no es suerte. La pelota ha cambiado, soy un hombre de porcentaje, saco la pelota, juego todos los días”, expresó Santana a elCaribe. Entre los pretendientes que más se interesaron por sus servicios se encontraban los Yanquis de Nueva York, Reales de Kansas City, Medias Rojas de Boston, Filis de Filadelfia y su antiguo equipo, Indios de Cleveland. “No me sorprendí, tuve doce equipos detrás de mí y yo era el plan A”, enfatizó el inicialista que firmó con los Filis por un contrato de 60 millones de dólares y tres temporadas.
Muchos se preguntarán, ¿qué tiene de especial Santana? Para los analistas y escuchas, la respuesta es más simple: consistencia y durabilidad.
Santana no es de los que ha conectado más de 34 jonrones en una campaña pero es de los pocos que sabe negociar boletos. En cuatro temporadas ha sobrepasado las 90 transferencias y en las campañas 2014 (113) y 2015 (108) alcanzó sus mayores cifras.
Según Statcast, de los 150 bateadores que vieron al menos 1,000 lanzamientos fuera de la zona de strike en el 2017, Carlos estuvo entre los 10 que le dio a la menor cantidad de lanzamientos (20.2%).
Desde el 2011, Santana junto a Canó, Edwin Encarnación, Andrew McCutchen y Justin Upton se han consolidado como los únicos jugadores que estiman para un título de bateo con al menos 100 de OPS en cada año. “No soy el típico pelotero que tengo una cifra para los cuadrangulares pero sí me preparo día a día para llegar a la base, sea como sea”, destacó Santana que el año pasado bateó .259, con 23 estacazos y 79 remolcadas.
El nativo de Los Mameyes se ha convertido en un experto para escabullirse de las lesiones y en un deporte tan exigente con un calendario de 162 partidos, Carlos ha entrado a la lista de lesionados en cuatro ocasiones durante las ocho temporadas que agotó en la Gran Carpa con los Indios de Cleveland. Desde su primer año completo en el 2011, Santana ocupa el quinto lugar en las Grandes Ligas en partidos (1,070) y sexto en turnos al plato (4.590).
“Soy un pelotero que se lesiona poco o casi nada. Trato de jugar mi pelota día a día y prepararme. Juego 152 partidos y me imagino que es un atractivo para los equipos”, agregó.