Filadelfia, Estados Unidos.- Aquel jovencito de 22 años, nunca se imaginó que rodeado de grandes estrellas como Derek Jeter, Mariano Rivera, Alex Rodríguez, entre otros, se convertiría en Robinson Canó, líder de un equipo.Más aún fuera de ser un yanqui, lejos de las luces, el ruido y la incesante prensa de Nueva York. Ahora, es un marinero que pasó de discípulo de algunas figuras de la tropa del Bronx a conducir un conjunto con grandes aspiraciones como los Marineros de Seattle.
“A mí me encanta el rol de líder. Me siento bastante bien aquí (Seattle). Hay una química, una unión que de verdad es impresionante cómo nos llevamos aquí en este equipo”, manifestó Canó a elCaribe.
Hace cuatro años, cuando Robinson llegó a Seattle con un contrato de 240 millones de dólares y 10 años, más que el dinero y los números, el segunda base encontró que él era la persona idónea en el lugar correcto y en el momento adecuado para dirigir a los Marineros.
“Me estoy poniendo viejo”, soltó a carcajadas Robbie como lo llaman los demás compañeros. “Me estoy poniendo viejo pero no le tengo temor a eso, a ser líder, ya que he vivido muchas experiencias y me gusta compartirlas con mis compañeros”.
Justamente, resaltó cómo convivir en un camerino con tantas estrellas desde que debutó en Grandes Ligas en el 2005 con los Yanquis de Nueva York, lo ayudó a adquirir todos esos conocimientos para traspasárselos a sus compañeros.
“Fue siendo un yanqui. Ahí tu aprendes los fundamentos para tú ser un líder. Luego, demuestras con actos. Lo que he aprendido del juego y con tantas superestrellas, lo mismo que me enseñaron, trato de pasárselo a los muchachos y cualquier cosa que necesiten”, expresó Robinson, quien vistió el uniforme de los Yankees por nueve años.
Si Canó tiene que mirar hacia atrás y decir quiénes contribuyeron a moldear ese liderazgo, no duda en decir que: “(Derek) Jeter y Alex (Rodríguez). Siempre cualquiera de los dos estaba disponible. No había ningún tipo de problema en darme cualquier consejo o cualquier respuesta”.
Apenas han pasado cuatro años de una década con los Marineros, Robinson se ha dejado sentir con la responsabilidad de comandar al único equipo en la Liga Americana que nunca ha jugado en la Serie Mundial.
“Robbie ayuda mucho a los muchachos latinos y norteamericanos, los conduce por el mejor camino. Es un jugador que lidera con su ejemplo”, dijo Manny Acta, coach de tercera de los Marineros. “Canó aparte de ser el mejor bateador para el equipo de nosotros, es el que más tiempo pasa preparándose en lo que a videos se refiere. Además, participa en las reuniones de análisis cuando jugamos contra los otros equipos para ayudar a los otros bateadores”, agregó.
Pero más allá del conjunto de Seattle, Robinson también construye un legado en los demás jugadores que se están desempeñando en las Grandes Ligas. Parte de ello, se apreció en los dos últimos clásicos de béisbol, que fungió como capitán del equipo dominicano, y en actuaciones como Jean Segura y Marcell Ozuna, entre otros.
“Trabajé con Robinson Canó y su academia. Eso me ha ayudado bastante en los dos últimos años. Miren qué temporada estoy teniendo. Le agradezco mucho a él por sus consejos y siempre estar ahí para mí”, expresó Ozuna, quien actualmente batea .320 con 11 cuadrangulares. El campeón del festival de cuadrangulares en el 2011, abre las puertas de su academia para amigos y compañeros de Grandes Ligas que se dan cita en San Pedro de Macorís.
“Tengo un programa donde practico y gracias a Dios el grupito que entrenamos ahí hemos tenido éxito. Siempre oramos todas las mañanas. Hacemos chercha pero a la vez se trabaja y nos ayudamos unos a otros”, indicó Canó, campeón de la Serie Mundial 2009. “Mira lo de Marcell Ozuna, si te fijas fue al juego de Estrellas el año pasado, abrió en jardín central, y mira este año por donde va. El del año pasado y el de ahora. Al igual que Segura”, resaltó Robinson.