Adrián Beltré no lo ha confirmado, pero es probable que haya jugado su última campaña en las Mayores. Y en caso de que decida continuar en acción, el sentido común indica que será por corto tiempo.
Albert Pujols está bajo contrato hasta el 2021. Son tres temporadas más y la proyección es a decir adiós a las Grandes Ligas. Tanto Beltré como Pujols, miembros del lujoso club de los 3,000 imparables, tienen en estos momentos un puesto asegurado en el Salón de la Fama de Cooperstown para cuando pasen cinco años de sus respectivos retiros.
En la misma dirección del Templo de los Inmortales se dirige David Ortiz, sin quizás el hijo de esta tierra con los méritos sin sombra para unirse a Juan Marichal, Pedro Martínez y Vladimir Guerrero en el aula de mayor prestigio de las Grandes Ligas.
Dueños del show
El final está más cerca que distante para Beltré y Pujols, una pareja de criollos que marcha en la misma ruta de grandes del patio que han cerrado sus ciclos como peloteros. Además de los antes mencionados, República Dominicana ya no tiene a Sammy Sosa y Manny Ramírez, dos imanes de fanáticos por el espectáculo que montaban juego tras otro.
Sammy tenía el carisma y dio los 600 jonrones. Manny ha sido uno de los mejores remolcadores de todos los tiempos y un bate temido. David, con más de 500 cuadrangulares, y Pedro, el dueño de tres premios Cy Young y más de 3,000 ponches, también movían las masas.
Otro que está a pulgadas de colgar los “spikes” es Bartolo Colón, el latino con más triunfos (247) en los registros del negocio, un serpentinero que en las últimas contiendas era el “Big Sexy” que ponía a disfrutar a los parroquianos en cualquier parque.
La industria del béisbol dominicano sigue produciendo talento para las Grandes Ligas. Esa fábrica marcha a niveles admirables.
La pregunta es, ¿cuál será el próximo criollo que se adueñe del gusto popular? ¿Dónde está el que ofrezca un espectáculo desde la lomita o con el bate que obligue a darle un seguimiento constante como otras estrellas en años recientes? José Ramírez, de los Indios, y Manny Machado, actualmente con los Dodgers y quien será agente libre desde que culmine esta postemporada, son dos nombres a tomar en cuenta. Ramírez lleva dos temporadas de respeto y Machado ha acumulado sus méritos por igual.
No es solo reunir el talento y acumular estadísticas, es también impactar en el gusto de los fanáticos hasta que decidan seguir cada partido.
Talento joven en ascenso en mercados grandes
Al igual que Ramírez y Machado, ambos con 26 años, el país cuenta con otros talentos en ascenso y con la juventud de su lado. Luis Severino, de 24 años, es de los mejores lanzadores del béisbol. Es el mejor criollo en la lomita en las dos últimas estaciones y juega para los Yanquis, donde también está el novato Miguel Andújar, de 23 años. Juan Soto, de Washington, cumplirá 20 años a finales de mes y viene de una gran primera campaña en GL.