Vladimir Guerrero junior es el mejor prospecto de todo el béisbol organizado en los Estados Unidos. Con esa chapa, muchos tuvieran aspiraciones sin límites.
Guerrero junior solo quiere ser como su padre Vladimir Guerrero, quien no fue el mejor pelotero en la historia de las Grandes Ligas, pero el domingo entró al Salón de la Fama de Cooperstown, una distinción que sólo han tenido 323 mortales. Su hijo, que pertenece a los Azulejos de Toronto, quiere imitar su rendimiento en el campo y, por ende, conseguir un lugar en Cooperstwon. “Quiero ser como él, ni más ni menos, como él”, expresó a elCaribe el tercera base de 19 años de edad.
En modo alguno esa meta presiona al jovencito que acaba de ser promovido a la Triple A de los Azulejos. Guerrero junior dice que la impronta de su padre, un hombre de 449 jonrones, no surgirá como un escollo que produzca presión en su desarrollo como pelotero. Hasta el momento, en su acelerado paso hacia las Mayores, no ha dado visos de que puede fallar mientras recibe la atención mediática de un pelotero de las Grandes Ligas.
“Voy a seguir haciendo lo mío”, apuntó el pelotero. ‘Él hizo su trabajo y se merece eso (Cooperstown), porque le ha abierto las puertas a muchos peloteros y a nuestra familia también”.
En este 2018, en Doble A New Hampshire, el corpulento pelotero bateó .402, con 14 cuadrangulares y 60 carreras remolcadas en 61 encuentros para los “Fisher Cats”. En 2017, jugó Clase A y Clase A fuerte y, de manera combinada, bateó .323, con 13 jonrones y 76 vueltas remolcadas en 119 partidos.
Guerrero junior comentó que aún no ha recibido ninguna información sobre si los Azulejos lo subirán a Grandes Ligas en esta temporada. “No controlo eso, voy a seguir haciendo lo que tenga que hacer”, expresó. “Si ellos notan que me pueden subir, que me suban”. Ayer se reportó a su nuevo equipo en Triple A. El joven pelotero afirmó que no tiene tantos recuerdos de su niñez al lado de su padre cuando jugaba para los Expos y, de hecho, no recuerda el momento en el que se inmortalizó una foto en la que sale al terreno vestido de pelotero y alza su gorra tal y como lo hacía su padre. “Solo me recuerdo por la foto”, dijo. “Y me recuerdo estando en los dugouts y en los clubhouse con él”