Juan Francisco dice a elCaribe que busca bajar los ponches para ser más productivo con los Tigres del Licey
Juan Francisco no teme a la hora de reconocer cuales han sido las dos cruces más pesadas de su carrera en la pelota invernal dominicana: tirarle a las bolas malas y tratar de corregir su swing. Buscarle solución a esos esos problemas son los objetivos principales que tiene el poderoso bateador para esta temporada que arranca el sábado 13 del presente mes.
“Quiero hacer más contacto”, dijo Francisco a elCaribe en un aparte de los entrenamientos de los Tigres que se llevan a cabo en la academia de los Marineros de Seattle, en la comunidad de Boca Chica. “Tirarle a las bolas mala ha sido uno de mis grandes problemas. Quiero corregir esa parte para ayudar a la causa de mi equipo en este torneo que está casi arrancando”, agregó.
Francisco, quien la temporada pasada desplazó a Mendy López en el liderato histórico de cuadrangulares (62) de la pelota local, indicó que integrarse temprano a las prácticas de los Tigres le servirá mucho para tratar de arreglar algunos puntos de su mecánica de bateo. “Vengo a trabajar y a prepararme para la temporada, primero aparando rodados y haciendo prácticas de bateo. Trabajar duro en conjunto y tratar de corregir ciertas cosas es mi principal objetivo”, expresó el toletero nativo de la provincia Monseñor Nouel.
Francisco se prepara para la temporada invernal número 12 de su carrera, que inició en el torneo 2007-08 con los Gigantes del Cibao y que luego continuó con los Tigres en la justa 2011-12 tras ser cambiado por el jardinero Carlos Peguero, el receptor Robinson Díaz y el lanzador derecho Jhonny Núñez.
“No es la primera vez que me integro temprano a los entrenamientos del equipo. Ya lo había hecho en otras ocasiones y aquí estamos para aportar otra vez a la causa de estas cinco letras que pesan mucho”, indicó Juan, quien fue la segunda selección en la primera ronda por los Gigantes en el sorteo de novatos de 2007.
En cuanto a su estado físico, dijo que se siente mucho mejor. Dijo que ha madurado en muchos aspectos, aprendiendo detalles que entiende son importantes para mantenerse en buenas condiciones. También le dio crédito al trabajo que hace con los entrenadores del Licey.
En 34 partidos la temporada pasada, Francisco bateó para .216, fruto de 24 imparables (incluidos cinco dobles y siete cuadrangulares) en 125 turnos oficiales. Remolcó 26 carreras y anotó 14. Un factor negativo a esa actuación fue la cantidad de ponches que tuvo: 44.
Unión del equipo
Francisco entiende que el trabajo en conjunto ha sido la clave para que el equipo azul haya estado en las últimas tres finales seguidas. “Desde ya se respira esa unión entre todos nosotros.
Aunque no estamos todos integrados, los que estamos aquí respiramos esa armonía que nos llevará otra vez a pelear la corona en la final”, dijo el jugador que militó en las Mayores con Cincinnati, Atlanta, Milwaukee y Toronto por seis temporadas.
El Licey se proclamó campeón en la estación 2016-17 ante las Águilas Cibaeñas y perdió ante las mismas Águilas en la pasada contienda.