El veterano lanzador tiene como meta ser parte de la nómina de los Tigres del Licey para el torneo que inicia el sábado
A pocas horas para que los Tigres del Licey hagan oficial su roster, el serpentinero Alfredo Simón se mantiene esperanzado en poder integrar el equipo para el torneo otoño-invernal que arranca este sábado.
Con optimismo, el derecho se encuentra en condición de invitado en las prácticas de los 22 veces campeones nacionales, que se celebran desde el pasado 19 de septiembre. “Vine desde lejos, desde Luperón (Puerto Plata) para estar en este equipo”, señaló Simón a elCaribe. “Me he fajado mucho y estoy aquí para dar el cien por ciento. Mi meta es estar en este equipo y ayudarlo este año”, agregó.
Alfredo, de 38 años, encabezó una lista de 12 jugadores que fueron dados de baja por los Gigantes del Cibao, organización a la que llegó en la temporada 2002-2003. “Estuve hablando con Junior Noboa (gerente general de los Tigres). Ya he tirado bullpen para que vea que estoy en buenas condiciones y hablar de contrato”, indicó Simón, quien tuvo una estancia de nueve campañas en las Grandes Ligas con Baltimore, Cincinnati y Detroit, respectivamente.
Señaló, que durante toda la temporada muerta, se sometió a un intenso programa de preparación con la finalidad de regresar al béisbol profesional en óptimas condiciones luego de una operación que recibió en su hombro derecho. Una muestra fue su salida de dos entradas en el partido de pretemporada que sostuvieron los Tigres contra las Águilas Cibaeñas el pasado cuatro del presente mes en el Estadio Cibao de Santiago. Se enfrentó a ocho bateadores y solo aceptó dos imparables.
“Solo estoy esperando el sí de Junior y ser parte de este glorioso equipo de mucha tradición en nuestro béisbol y de todo el mundo”, apuntó.
En 2018 lanzó en 16 partidos de relevo con Tigres de Quintana Roo de la Liga Mexicana de verano. Tuvo marca de 1-0, efectividad de 2.33 en 19.1 entradas.
“Me siento en óptimas condiciones de poder seguir lanzando. Vamos a ver qué pasa con esta oportunidad que estoy recibiendo del Licey como invitado. Gracias a Dios que nunca he perdido la esperanza y me siento con mucha energía”, señaló el veterano lanzador, que logró un contrato de 5.5 millones de dólares con Detroit en 2015. Afirmó que los Gigantes lo dejaron en libertad sin ver las condiciones en que se encuentra, pero que con cuatro meses trabajando se siente en con las energías para aportar.
“Uno de mis propósitos de querer integrar el equipo azul es ser observado por los scouts del béisbol internacional. Esa es la mejor idea de estar aquí”, dijo.
