Las Estrellas marchan a buen ritmo. Águilas y Licey están complicados
Los Gigantes del Cibao y las Estrellas Orientales tienen aroma de serie final, especialmente la escuadra del Jaya, cuyo número mágico al reinicio esta noche del Todos contra Todos es de dos con relación a las Águilas y el Licey.
La tropa que dirige el colombiano Luis “Pipe” Urueta tiene marca de 9-4, dominando ampliamente la semifinal. Las Estrellas, comandadas por Fernando Tatis, les siguen con 7-6, mientras que Águilas Cibaeñas y Tigres del Licey están en el fondo con registro de 5-8, a cuatro de la cima y a dos de los verdes por el último boleto a la ronda en la que se disputará la corona del actual campeonato otoño-invernal.
Si los Gigantes derrotan esta noche al Licey en su feudo del Julián Javier en San Francisco de Macorís y las Estrellas se imponen sobre las Águilas en el Tetelo Vargas de San Pedro de Macorís, los primeros obtendrían su pase a la final. Llegarían a 10 triunfos, un número inalcanzable para amarillos y azules con cuatro partidos pendientes.
Vale aclarar que el Round Robin concluye desde que hay dos equipos clasificados a la fase de cierre. No es obligatorio que se completen los 18 encuentros.
Los Gigantes la tienen muy cómoda, con un mayor margen que el resto de los competidores, aunque lo ideal es salir a buscar dos ganados más para despejar el camino por completo. Su picheo posee el mejor promedio de carreras limpias con 2.93, la mayor cantidad de ponches con 96 en 113 entradas y dos tercios y sus seis salvamentos lideran el Todos contra Todos. Su bateo es pura dinamita: primeros en promedio de bateo (.284), porcentaje de slugging (.427) y OPS (.775). De igual forma, encabezan en cuadrangulares con 12. Esa maquinaria es complicada y tienen en el cubano Henry Urrutia (líder bate con .432 y colider en jonrones con tres) a probablemente el madero más destacado de este período.
Las Estrellas, con cuatro triunfos al hilo, tendrán esta noche la oportunidad de hundir más a los campeones nacionales y del Caribe que, por su parte, deben salir como si no hubiese mañana al igual que el Licey, sumido en una anemia ofensiva brutal.
Estrellas y Gigantes ya se vieron las caras en 2014-15, cuando los Potros se hicieron de lo que hasta ahora es su única corona. Hay mucho chance de que se repita este enfrentamiento. Por su lado, Águilas y Tigres tendrán que apurar el paso para no quedarse fuera del gran baile, algo que se ha visto en los últimos años, a diferencia de las décadas de los ´90 y el ´2000, cuando si no eran ambos al menos uno estaba. No la tienen fácil en este tramo de cinco juegos con los que se concluirá la semifinal.