Pedro Martínez ya está en el Salón de la Fama. David Ortiz se marchó con honores de Boston y se le espera dentro de un lustro en el templo de los inmortales.
Álex Rodríguez y Manny Ramírez, independientemente de suspensiones por sustancias, fueron parte de una generación local que llenó toda una época y nadie osa poner en duda su calidad ofensiva ni su impacto dentro de miles de fanáticos que disfrutaron de sus logros.
Desde hace varias décadas, los dominicanos se han encargado de ser parte esencial de las Mayores. Sus hazañas, en ofensiva y picheo, han sido noticia. Es por eso que en la mayoría de los Juegos de Estrellas ha asistido un pelotón considerable.
No por menos Pedro se unió a Juan Marichal en Cooperstown. Y en un tiempo estarán Vladimir Guerrero, David y otros como Albert Pujols y Adrian Beltré, dos hijos de esta tierra que ya poseen su boleto para ingresar al círculo sagrado de la MLB.
Pero ya muchos de ellos pertenecen a la historia y los que no, dirán adiós en varios años.
Bates respetables
Ahora corresponde el turno a una nueva generación de dominicanos para apoderarse del escenario de las Grandes Ligas, dar continuidad a lo ejecutado por tantos grandes locales que han desfilado por el referido escenario y, por vía de consecuencia, mantener la presencia criolla en niveles respetables del negocio.
Manny Machado, Gary Sánchez, Miguel Ángel Sanó, Marcell Ozuna, Jean Segura, José Ramírez, Nomar Mazara y Starlin Castro, entre otros, cuentan con el talento para repartir palos de todo tipo en las campañas por venir.
Aunque Machado está metido en una primera parte de campaña que dista mucho de lo que ha demostrado hasta el momento, no se le puede sacar de este grupo. De hecho, es un fuerte candidato para cambiar sus números en la parte final de la contienda. Del resto, Sanó, Ramírez, Ozuna y Castro fueron convocados al Partido de Estrellas del martes próximo en Miami. Mazara se encamina a un segundo año de calidad con Texas y Segura es “una máquina de dar hits”.
Los lanzadores no se quedan atrás. Carlos Martínez, de los Cardenales, lleva varias visitas al Juego de Estrellas en los últimos años, señal de que se ha ganado un respeto en el juego. Dellin Betances, de los Yanquis, es uno de los mejores preparadores de mesa del juego. Álex Colomé, de Tampa, gana terreno como cerrador en la Liga Americana. l
Son veteranos que rinden un mundo
Mientras los nuevos continúan subiendo, es justo reconocer a otros más veteranos que ellos, como lo son Robinson Canó, Nelson Cruz, Edwin Encarnación, Ervin Santana y el mismo Fernando Rodney, quienes llevan buenos números en la actual contienda.
Canó fue incluido ayer en la nómina para el Juego de Estrellas de la Liga Americana y cada día más aumenta sus credenciales para el Salón de la Fama de Cooperstown.
Canó, al inicio de la jornada de ayer de las Mayores, tenía 17 jonrones y 60 producidas para los Marineros. De por vida, acumula 295 vuelacercas, 1,146 empujadas, y 2,295 imparables, incluidos 492 dobles. Excelentes números para un segunda base. Entre los demás mencionados hay que señalar los 15 vuelacercas y las 63 remolcadas de Cruz con Seattle. En el caso de Encarnación, se ha recuperado poco a poco de un lento inicio con los Indios de Cleveland. Antes del partido de anoche sumaba 18 cuadrangulares y 47 empujadas. Ya tiene proyección de 34 tetrabases y 90 impulsadas para la tribu.
Ervin Santana ha sido uno de los mejores lanzadores en la primera parte de la campaña. Tiene marca de 10-6 y un promedio de carreras limpias de 2.99. Rodney, de su lado, lleva 21 salvados con Arizona.
Palos en Miami.
Ozuna es el líder de los Marlins en promedio de bateo (.319), en remolcadas (67) y es colíder en jonrones (23). Con su próximo cuadrangular establecerá una marca personal y se dirige a su primera estación con 30 o más cuadrangulares y 100 o más impulsadas. Fue seleccionado como uno de los tres jardineros titulares para el Juego de Estrellas en su parque de Miami.
Puro poder.
Sanó encabeza a los Mellizos con 20 jonrones, 61 producidas y 80 imparables. El fornido antesalista se dirige a su campaña de consagración, esa en la que cumple con el potencial que se le proyectó. También será titular en el Juego de Estrellas y cuenta con el material para sacudir 40 cuadrangulares.
48 extrabases compilaba José Ramírez al inicio de la jornada de ayer de las Mayores, líder en ambas ligas, fruto de 16 jonrones, 27 dobles y cinco triples.
30 jonrones es la proyección de Manny Machado, a pesar de una primera mitad que dista mucho de lo que se esperaba del estelar antesalista de los Orioles.
Su marca en NY.
Sánchez reúne las condiciones para ser una estrella como receptor en ambas partes del juego: bateo y defensa. Apenas tuvo cinco juegos en abril, regresó el cinco de mayo y aún así es segundo en jonrones dentro de los catchers de GL con 13, y cuarto en remolcadas con 40. Por algo fue seleccionado al Derby de Cuadrangulares y al Juego de Estrellas.
Estelar en SL.
Lo que San Luis espera es que Carlos Martínez sea su as. Su foja de 6-7 quizás no lo ayude mucho, pero su promedio de carreras limpias de 3.15 dice que no ha lanzado mal. Viene de ganar 16 partidos en 2016 y es una apuesta para 20 triunfos en un futuro no muy lejano. Tiene un repertorio dominante y también asistirá al Juego de Estrellas de este año.