Dice a elCaribe que aunque los peloteros suben a GL por talento, “el que se queda es el que posee la mente fuerte”
No muchas cosas han cambiado para Nomar Mazara, aquel día que debutó en Grandes Ligas en la ciudad de Anaheim.
Su sonrisa, mirada penetrante y seguridad siguen siendo las mismas que enamoraron a los escuchas desde que lo firmaron un 2 de julio. Pero, la madurez y el enfoque han dado un giro de 180 grados. Sentado en la cueva de Texas en el mismo estadio que le permitió dar sus primeros pasos en Las Mayores, Mazara recordó lo rápido que han transcurrido estos dos años y también la experiencia que ha adquirido.
“Qué rápido han pasado los años. Y sólo tengo 23 años”, se sonríe Mazara, mientras sostiene su bate.
“He cambiado mucho desde el primer día que pisé el Angel Stadium hasta ahora. No solamente con mi swing sino mentalmente. Creo que ha sido la clave. Como empecé y como seguí mejorando en todos los aspectos”, dijo a elCaribe.
Precisamente ese día (debut) Mazara conectó hits en sus primeros tres turnos al bate, incluyendo el primer cuadrangular de su carrera.
“Cada día aprendo algo nuevo. Pero, lo más importante es que he aprendido que este es un juego que los peloteros suben por talento, pero el que se queda es el que posee la mente fuerte. Hay muchas altas y bajas. El béisbol es un juego de ajustes. No te puedes frustrar”, indicó Mazara, quien se encuentra en su tercera campaña en la Gran Carpa.
Desde esa vez en la que impresionó a todos con su calidad, ha seguido mostrando destrezas y el talento por el cual firmó. En los dos años anteriores ha conectado 20 jonrones, y el año pasado sobrepasó las 100 impulsadas.
“Todos los años quiero seguir mejorando. Tener la oportunidad de conectar 20 en mi primera temporada es maravilloso. Pero yo nunca me pongo números en la mente”, manifestó Nomar, quien hasta el momento ha recibido el bono (cinco millones de dólares) más alto que se ha concedido en la República Dominicana.
Rápidamente, sin pensar mucho y sonriente mencionó: “A veces es bueno ver la pizarra y ver eso. Ya tengo 14 cuadrangulares y por qué no buscar los 30”.
A principios de temporada, los Vigilantes tuvieron muchas bajas, sobre todo, de jugadores veteranos, y en gran parte, Mazara lideró la ofensiva texana.
“Todos decían, ahora tienes que sacar la cara tú. Yo no me ponía presión, son cosas del deporte, hay que aprender a lidiar con eso”, expresó el jardinero, quien batea para .274, con 14 cuadrangulares y 39 remolcadas.
En gran parte, el exitoso inicio se lo atribuye a los ajustes que ha hecho comparados con el año pasado.
“Mis manos están funcionando realmente bien. Eso es todo lo que me importa, cuando mis manos funcionan tan bien, ni siquiera tengo que mover tanto mi cuerpo, y esa es la clave. He pegado las manos un poco más de mi cuerpo como tengo los brazos largos y le estoy llegando más cerca a la bola”, agregó.