El infielder dominicano de los Indios, José Ramírez, no deja de sonreír, aun sabiendo que el éxito que ha tenido últimamente ha sido con un bate que no lleva su nombre.
Ramírez, quien fue reconocido el martes como el Jugador de la Semana en la Liga Americana, se voló la cerca en cada uno de sus primeros dos turnos al bate ese día ante el zurdo de los Medias Blancas, David Holmberg, para seguir encendido en lo que ha sido una temporada revelación.
El oriundo de Baní lleva cinco jonrones en sus últimos tres compromisos, incluyendo tres turnos al bate consecutivos entre lunes y martes. En los últimos ocho juegos de la Tribu, todos en la ruta, el quisqueyano se ha volado la cerca siete veces.
Cleveland ha hilado 13 victorias – la racha más larga en Grandes Ligas esta temporada – y Ramírez ha sido uno de los motivos principales de ese buen momento.
“He estado tratando de hacer lo que siempre hago – buscar un buen pitcheo y hacer un buen swing”, dijo Ramírez, quien encabeza la Americana con 78 extrabases y ha fijado marcas personales este año en dobles, triples y jonrones.
Ramírez puede atribuir su éxito en parte a la ayuda de su compatriota, el lanzador Danny Salazar. A Ramírez le gustó uno de los bates nuevos que encargó Salazar hace poco y se quedó con él. Desde entonces, ha arrasado, ya que desde el 28 de agosto se ha ido de 38-19 (.500) con 14 extrabases, entre ellos siete jonrones. “El bate es de él ahora”, dijo Salazar entre risas, señalando que los bates no son muy útiles para un pitcher de la Liga Americana. “Me gusta el bate y lo estoy usando”, dijo Ramírez. “Pesa lo mismo que el mío, pero me gusta el mango y por eso lo estoy usando. Ahí fue que comencé a batear otra vez. Fui a donde estaban los bates, lo vi, me gustó y lo empecé a usar. Ahora es mío”.