Florida. Según los cálculos, había pasado al menos una década -posiblemente dos o más- desde que un espectáculo de esta categoría había llegado a los Entrenamientos de Primavera de los Mets.
Cuando el dominicano Juan Soto salió de su coche en las instalaciones de la escuadra de Nueva York, fue recibido por un camarógrafo que había estado vigilando la escena desde las 6:30 a.m. Horas después, cuando Soto salió del clubhouse para caminar hacia uno de los terrenos de práctica, casi dos docenas de miembros de los medios, fotógrafos y personal del equipo lo estaban siguiendo.
Un miembro de la agencia de Soto, la Corporación Boras, estuvo presente para acompañarlo durante todo el día. Incluso mientras Soto estiraba, cientos de fanáticos se agrupaban junto a una reja para verlo.
“¡Bienvenido al equipo!” gritó uno de los aficionados. “¡Tráenos la gloria!”. “Hay muchas más cámaras”, dijo el manager de Nueva York, el venezolano Carlos Mendoza.