Son muchas preguntas en la pelota local. Una de ellas es si no podrán seguir en acción los jugadores en roster de 40
En el horizonte de Grandes Ligas se puede otear la palabra cierre laboral. En el actual campeonato de béisbol otoño-invernal eso se traduce en incertidumbre.
El acuerdo entre dueños y jugadores finalizará a las 11:59 de esta noche. Las partes se reunieron ayer con las intenciones de evitar la primera interrupción en el negocio desde 1994, una experiencia con consecuencias desagradables que golpeó fuerte a las Mayores.
Desde entonces, especialmente bajo el mando del entonces comisionado Bud Selig, la paz ha sido la constante entre ambas partes que ayer se reunieron y lo reportes indican que están distantes de entenderse. Si no hay un pacto, los propietarios podrían ordenar el congelamiento de todas las operaciones, firmas, cambios y el cierre de las sedes de los conjuntos para los fines de que los jugadores entrenen durante la temporada muerta.
Por igual, los jerarcas de los conjuntos podrían evitar esta medida, prolongando la agencia libre por un tiempo determinado siempre y cuando perciban que habría un nuevo acuerdo o imponer una fecha específica, digamos tres semanas, para cerrar todo y así presionar a los peloteros para que cedan sus peticiones.
Los peloteros alegan que están en amplia desventaja en estos momentos. Según reportes, los jugadores no están a gusto con lo que califican de manipulación del tiempo de servicio, la caída en la cotización de los más veteranos, con los equipos eligiendo a los más jóvenes y, por ende, menos caros. El sistema de compensación por los cambios (con los picks) no es del agrado de los peloteros, así como muchos otros detalles.
Los dueños han hecho varias propuestas y se espera que continúen conversando en Dallas, donde se encuentran las respectivas planas mayores de las partes.
En el plano local
¿Qué le deja esto a la pelota otoño-invernal dominicana? Muchas interrogantes que hasta ayer no tenían forma de responderse.
Tanto la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom) como la Confederación de Béisbol del Caribe tuvieron un día de mucho ajetreo por el tema, pero sin poder declarar al respecto. Están obligados a esperar. El positivismo es su mejor aliado en estos momentos.
La oficina de la MLB en el país le dijo a elCaribe que “nuestra atención y enfoque está en lograr un acuerdo. No podemos especular. Nos mantendremos en contacto”, cuando se buscó su reacción sobre qué sucedería si hay un cese de trabajo. Varias personas, que opinaron bajo la condición del anonimato por no estar autorizados a hablar públicamente del tema, señalaron que hay varios escenarios en el ambiente local. “Es probable que los peloteros que ya tenían su permiso de jugar en el invierno los dejen cumplir con sus contratos”, dijo uno de los consultados.
El tema es que si hay una interrupción laboral no puede haber ningún tipo de contacto entre el personal de una organización (ya sea oficina o terreno) con peloteros de Grandes Ligas (roster de 40). En todos los equipos que accionan en el campeonato otoño-invernal hay ejecutivos de distintos niveles que pertenecen a organizaciones del llamado “Big Show”. “O paran los jugadores en nómina de 40 o paran a los que están en las oficinas. Hasta ahora todos estamos en espera”, dijo un veterano hombre de béisbol consultado por este diario.
Hay probabilidades de que la situación entre peloteros y propietarios no afecte al acuerdo del béisbol invernal del Caribe (Winter League Agreement en inglés), pero, al igual que con los otros escenarios, toca permanecer entre nervios y calma transitoria mientras las horas avanzan y se obtiene un veredicto.