El criollo habla con elCaribe del buen momento que está viviendo y de los cambios implementados en su mecánica
Bronx, Nueva York.- El camino de Domingo Germán no ha sido fácil. Ha tenido que librar muchas batallas. Pero, en este momento está viviendo su mejor estancia en las Grandes Ligas como abridor con los Yanquis de Nueva York.
Llegó a los entrenamientos a pelear un puesto, y para los Mulos del Bronx era como un plan de respaldo. Después de varias bajas en su staff (Luis Severino, James Paxton, CC Sabathia, entre otros), Germán entró a la rotación. Y no solo eso, el joven dominicano ha respondido con números de alto calibre: En ocho juegos, exhibe siete victorias y una derrota, con efectividad de 2.70, ha propinado 44 ponches y 14 transferencias en 43 entradas y un tercio.
“Gracias a Dios he empezado muy bien. He hecho los ajustes, y se debe todo al trabajo que hice en temporada muerta y algunos cambios que he hecho en mi mecánica”, expresó ayer Germán a elCaribe.
Indudablemente, la fortaleza de Germán ha sido el desarrollo de una mejor combinación de sus lanzamientos. Este año, ha utilizado la curva el 34.5% del tiempo, mientras que el uso de la bola rápida aumentó a 33.8%.
En tanto, que el cambio, lo ha mantenido en 17.12%. Con estas variaciones en su repertorio, su curva ha sido mucho más efectiva, incluso si no gira tanto como lo hizo el año pasado. De hecho, él está recibiendo un contacto mucho más débil de sus contrarios, que le batean .170.
“Creo que es un poco más maduro, más confiado”, manifestó ayer el dirigente de los Yanquis, Aaron Boone durante rueda de prensa del conjunto neoyorquino. “Cuando tienes el comando con más de tres lanzamientos, tienes la oportunidad de tener éxito”, agregó.
El nativo de la provincia de San Pedro de Macorís identificó rápidamente cuando se terminó la temporada pasada, que debía hacer los ajustes necesarios, si quería afianzarse en la rotación de los Yanquis. Y no lo pensó dos veces, para instalarse en Tampa y trabajar con el coach de picheo del equipo, Larry Rothschild en invierno.
“Trabajé mucho en la temporada muerta con Larry en Tampa. Todo el tiempo me mantuve allí con mi familia. Realmente, valió la pena. Fui muy pocos días a República Dominicana. Tengo la confianza de lanzar mis tres lanzamientos en cualquier conteo. He estado trabajando mucho a los bateadores desde distintos aspectos”, sostuvo Domingo, quien es líder en el departamento de victorias en ambas ligas con siete.
Su sonrisa no esconde la felicidad de haberse encontrado con el Germán que el soñaba cuando sentado en su casa viendo el juego de Pedro de Martínez añoraba convertirse en un lanzador de Las Mayores. Ahora, con 26 años, está en la búsqueda de cumplir su otra meta.
“Mi meta es ganar el Cy Young esta temporada. Y sí, también sueño con lograr 20 victorias”, indicó Germán sonriendo mientras parado admiraba todo su alrededor en el Yankee Stadium. “También me gustaría tratar de llegar a 200 entradas, pero eso dependerá de los planes del equipo”.