Suárez lanzó cinco sólidas entradas y Harper, Bohm, Marsh, Schwarber y Hoskins pegaron jonrones, para que Filadelfia venciera 7-0 a Houston
El swing demoledor de Bryce Harper y un susurro a su compañero Alec Bohm fueron los catalizadores de una noche en la que los Filis de Filadelfia descargaron cinco jonrones para empatar un récord de la Serie Mundial.
Harper despachó su sexto cuadrangular de esta postemporada frente al primer lanzamiento que vio, y los Filis arrasaron ayer 7-0 a los Astros de Houston para ponerse arriba 2-1 en el Clásico de Otoño. El venezolano Ranger Suárez diseminó tres hits al cubrir cinco innings en blanco para dejar a su equipo a mitad de camino de conquistar el tercer campeonato en la historia de la franquicia.
Anfitriones de una Serie Mundial por primera vez desde 2009, los Filis atacaron temprano y despiadadamente al abridor de Houston Lance McCullers Jr.
Tres de los primeros nueve bateadores que Filadelfia envió al plato -Harper, Bohm y Brandon Marsh- la desaparecieron en una noche despejada y agradable.
Kyle Schwarber y Rhys Hoskins añadieron estacazos consecutivos que mandaron a McCullers a las duchas en el quinto, pusieron el 7-0 en la pizarra e hicieron vibrar al estadio Citizens Bank Park.
El de Bohm en el segundo inning fue el jonrón número 1.000 en 118 ediciones de la Serie Mundial. Los cinco H4 empataron un récord de la Serie Mundial alcanzado tres veces: por los Yanquis de 1928, cuando Babe Ruth conectó tres; los Atléticos de Oakland en 1989, en el primer duelo tras la interrupción causada por el terremoto que sacudió la zona de la Bahía de San Francisco, y los Astros de Houston en 2017, una campaña manchada por el escándalo de robo de señales.
McCullers se convirtió en el primer lanzador en la historia de la postemporada en tolerar cinco cuadrangulares en un juego.
Harper inició la embestida de jonrones cuando pescó un curva que se quedó flotando por todo el medio del plato y puso la pelota a viajar 402 pies hasta caer en las tribunas del jardín derecho-central.
Suárez se convirtió en apenas el segundo lanzador de Venezuela que se lleva una victoria en un encuentro de la Serie Mundial como abridor.
El otro fue Freddy García en 2005, tocándole la salida que acabó con la coronación de los Medias Blancas de Chicago, justamente ante los Astros.
Los Filis siguen invictos en casa durante esta postemporada.