Nueva York. Todo está listo para la exaltación de los nuevos cuatro inmortales a Cooperstown, cuyo ceremonial se realizará mañana.
Mariano Rivera, Edgar Martínez, Roy Hallada y Mike Mussina serán inducidos al nicho de la inmortalidad durante una actividad a desarrollarse a partir de las 1:30 de la tarde.
Rivera es el primer jugador elegido de forma unánime al Salón de la Fama y no requiere introducción.
Se trata del cerrador más grande de todos los tiempos y su consideración ni siquiera es motivo de debate… y eso es antes de considerar que el panameño podría ser el pitcher más valioso en postemporada de todos los tiempos, con su récord 8-1 y efectividad de 0.70, con 42 rescates en 96 apariciones y 141 episodios en los playoffs, ayudando así a los Yanquis a ganar cinco Series Mundiales.
Martínez bateó .312 y ganó dos títulos de bateo. Tuvo un promedio de embasamiento de .418 en su carrera, liderando su liga tres veces y superando 11 veces los .400, incluyendo nueve temporadas seguidas. Su promedio de slugging fue de .515.
No podía correr, pero como estaba en la base con tanta frecuencia, anotó 100 carreras cinco veces. Pocos bateadores fueron tan respetados por sus compañeros.
Halladay, quien falleció en un accidente aéreo mientras piloteaba en noviembre de 2017, fue un táctico de largos brazos que fue capaz de lanzar una variedad de rectas en hundimiento, splitters, cutters y curvas con ubicación precisa y movimiento mágico.
Apenas ganó un total de 203 juegos, cifra baja para un abridor miembro del Salón de la Fama.
Mussina ganó 270 partidos. Su WAR de por vida supera a Bob Gibson, Tom Glavine, Carl Hubbell, Jim Palmer y a Juan Marichal.
Fue excelente durante la postemporada, con efectividad de 3.42 en 139.2 innings.