Es agente libre y necesita de un pacto de varios años para así buscar los números que luego sustenten su candidatura
En años recientes, la agencia libre en las Grandes Ligas se ha convertido en un período complicado. Por un lado están los llamados a obtener el gran dinero y por el otro se ha llegado incluso al inicio del entrenamiento primaveral sin que algunos de ellos consigan su paga.
En el mismo orden, no ha sido tan fácil para algunos veteranos lograr los contratos deseados, terminando muchos de ellos en una especie de retiro adelantado mientras observan a un grupo de jóvenes talentosos recibiendo jugosos montos que antes eran parte de la excepción y no de la norma.
El dominicano Edwin Encarnación, quien en enero cumplirá 37 años, es agente libre y es el caso interesante de un jugador que necesita varios años más de contrato para así poder buscar los números que le acercarían al Salón de la Fama de Cooperstown.
Los Yanquis de Nueva York decidieron no ejercer la opción valorada en 20 millones de dólares del nativo de La Romana para 2020, compensándolo, en su lugar, con los cinco millones de dólares que estipulaba su pacto en caso de que se decidiera lo primero. El designado viene de disparar 34 cuadrangulares y remolcar 86 carreras en 109 partidos de la pasada contienda en la que jugó para Seattle y los Yanquis. Bateó para .244 y tuvo un porcentaje de embasarse de .344.
Las lesiones le afectaron para que no estuviese en acción en más encuentros y, por vía de consecuencia, para que no obtuviese otras metas. De todas formas pudo extender a ocho su racha de temporadas conectando al menos 30 o más cuadrangulares.
De por vida en las Mayores, Edwin compila 414 jonrones, 1,242 remolcadas, 1,080 anotadas y un promedio de bateo de .263 en 15 años de carrera. Dentro de sus 1,807 hits, además de los tetrabases, un total de 365 son dobles.
Uno de 10 dominicanos con al menos 400 vuelacercas, Encarnación necesita de un pacto que le permita asegurar tres años más de carrera para así tener la oportunidad real de alcanzar los 500 jonrones y las 1,500 impulsadas, dos estadísticas que sustentan una candidatura al Salón de la Fama de Cooperstown.
Posible pacto
Hay que ver cómo está el mercado para los designados, entiéndase los equipos en necesidad de un bate como el de Edwin.
La prioridad del dominicano será asegurar varios años. Puede que reciba la propuesta de un pacto por al menos dos temporadas garantizadas o que se le presente un escenario de un año asegurado y que los siguientes estén vinculados a desempeños, entiéndase que se amarren por la obtención de metas establecidas. Los 500 jonrones y las 1,500 impulsadas están en la mira de Edwin. Su próxima firma decidirá si recibe la oportunidad de alcanzar esas cifras.