Compilan números que hacen recordar las actuaciones de David Ortiz, el mejor bate izquierdo dominicano en las GL
Mateo Rojas Alou fue una máquina de dar hits. Henry Rodríguez y Carlos Peña tenían poder para poner la pelota del otro lado de la verja. Con David Ortiz se paran las aguas.
Ahora se abren camino Juan Soto y Rafael Devers como dos bateadores zurdos dominicanos con una capacidad ofensiva asombrosa.
Hemos tenido dignos representantes bateando a la izquierda en las Mayores. Ortiz, el “Big Papi” de Boston, tiene su cocinero especial porque lo suyo fue “comida aparte”: campañas con promedio de .300, palos de todo tipo, en fin, un terror con el madero que se retiró bateando para .286 con 541 cuadrangulares y 632 dobles, entre muchos más logros.
Soto y Devers prometen ser muy especiales y la campaña de 2019 ofrece muchos elementos para sostener esta tesis. Soto pertenece a los Nacionales de Washington, equipo con el que debutó la pasada temporada con 22 vuelacercas, 70 remolcadas y un promedio de bateo de .292 en 116 partidos.
Este año ha superado los totales de jonrones e impulsadas con 29 y 86, respectivamente, en 120 encuentros que ha visto acción sin incluir la jornada de anoche. A sus 20 años (cumplirá 21 el 25 de octubre próximo) asombra a la oposición con su dominio de la zona de strike. Su porcentaje de embasarse está en .401.
Acumula 106 ponches y 86 bases por bolas, nada mal para un joven que a su edad se dirige a registrar una temporada de al menos 30 jonrones con un centenar de producidas y por igual de anotadas.
Una señora campaña
Devers compila una temporada para Jugador Más Valioso, solo que en la Liga Americana se encuentra Mike Trout, el mejor pelotero del negocio y dueño de los principales carriles para ese lauro.
Fuera de ese tema, lo del nativo de Samaná con los Medias Rojas, el mismo conjunto de David Ortiz, merece todos los calificativos que pueden aparecer.
El antesalista, que cumplirá 23 años el 24 de octubre venidero, es el líder en hits (171), dobles (48), bases alcanzadas (306) y remolcadas (103) del llamado menor de los circuitos, esto sin incluir su juego de anoche contra Colorado.
A esto súmele un promedio de bateo de .324, 108 anotadas y 27 cuadrangulares, lo que dice que estamos en presencia de otro joven que avanza con pasos firmes a tener una señora estación con el bate. De hecho, sus estadísticas le aseguran que será un fuerte candidato para el premio Hank Aaron, que se concede al pelotero de mejor ofensiva en cada liga.
¿El último dominicano en ganarlo? Ortiz en 2016, el año de su retiro por todo lo alto con Boston.
En años recientes, otros zurdos se han dejado sentir. Gregory Polanco, de los Piratas, es uno de ellos, pero las lesiones han frenado su avance.
Nomar Mazara, de Texas, aunque este año no ha lucido igual, ya tiene en su cuenta una campaña de 100 remolques (2017) y se encamina a pegar al menos 20 tetrabases por cuarto año seguido.
En definitiva, República Dominicana cuenta con varios terrores que se paran a la zurda, un hecho no muy común.