Julio Borbón conversa con elCaribe sobre las pruebas superadas en años recientes, incluida la de jugar en México
No sólo tenía que demostrar a los demás que podía seguir aportando en el béisbol invernal dominicano, Julio Borbón también tenía que asegurarse de no cruzar la puerta del retiro. “Fue una batalla mentalmente. En un momento me pregunté si no tenía más nada que dar en este béisbol. Ese único momento fue el año pasado. Pero, ese pensamiento encontró suficientes respuestas y me afirmó lo que queda de Julio Borbón”, expresó el pelotero a elCaribe.
Borbón, con 31 años, atravesó en ese instante una rara situación: la alegría del nacimiento de su primera hija y al mismo tiempo sentir el desasosiego que genera la falta de un empleo estable en el béisbol. “Tú eres el que sabe el día que no jugarás más. El rendimiento te lo deja saber. Aún sentía que podía dar más y estoy aquí”, manifestó Borbón, quien apareció por última ocasión en las Grandes Ligas en la campaña de 2016 con los Orioles de Baltimore.
Justamente, sin trabajo en el béisbol estadounidense, donde había militado por más de 10 años entre los circuitos minoritarios y La Gran Carpa, Borbón no lo pensó dos veces, alistó sus maletas y tomó un avión en abril hasta Monclova, México, para jugar con el equipo Acereros. “Es una transición un poco difícil. Vienes de jugar alrededor de 10 temporadas en Estados Unidos. El clima es caliente desde el principio. La Liga Mexicana es bien exigente”, enfatizó Borbón, quien nació en una comunidad de Starkville, Mississippi. El jovencito que fue prospecto número nueve de Texas y drafteado por la misma organización en el 2007, diez años mas tarde utilizó el béisbol mexicano para demostrarse que aún podría permanecer en el negocio y que también regresaría al torneo invernal dominicano. “No tuve otra opción que ingresar al béisbol mexicano. Entendía que tenía mucha pelota que dar. No solo demostrarme a mí mismo, sino a muchas personas que no lo entendían”, indicó Borbón, quien finalizó con promedio de .351, cinco jonrones en 90 partidos.
Pero, la mayor prueba se encontraba en la República Dominicana, con uno de los equipos más ganadores y con una de las fanaticadas más exigentes: Tigres del Licey.
Una llamada a Junior Noboa, gerente general de los azules, a mediados de julio, le ayudó a ser nuevamente contratado para competir por un puesto desde el primer día en su tercer equipo en Lidom. “Muchas personas se asombraron, preguntaron si todavía estaba jugando béisbol. No me molestó, eso te motiva más. Siempre hay personas que están dudando de uno”, agregó el patrullero.
Ante los ojos de muchos incrédulos, Borbón pasó el desafío y terminó convirtiéndose en uno de los mejores jugadores del Licey en la pasada serie regular. “Me encuentro donde muchas personas no pensaron que llegaría. Estoy agradecido con los Tigres por confiar en mí. Con 31 años, estoy en una etapa que uno se conoce bien, a diferencia de los primeros años”, apuntó Borbón, quien terminó con promedio de .333, 9 dobles, 20 impulsadas, y recibió 22 transferencias en 36 encuentros con el equipo añil en la estación regular. El pelotero cita tres factores básicos que lo han llevado hasta donde está: trabajo, disciplina y experiencia. Además, agradece a jugadores como Bernie Castro, Luis Polonia y Pablo Ozuna, entre otros.