Por primera vez desde la temporada de 2003, en la alineación de los Medias Rojas no aparece el nombre de David Ortiz.El bateador designado dominicano ahora disfruta de su retiro —selfies desde la playa, la autobiografía que publicará pronto y otros menesteres personales. Pero, por favor, no hay necesidad de reaccionar con pavor al iniciar la era post ‘Big Papi’ en Boston.
Ortiz se despidió con una campaña en la que lideró la Liga Americana con un slugging de .620, además de batear para .315 con 127 impulsadas.
¿Se le echará de menos? Obvio que sí. Pero los Medias Rojas siguen siendo un equipo temible. Acaban de añadir a Chris Sale, uno de los mejores abridores de las Grandes Ligas.
Mookie Betts fue el segundo más votado por el premio al Jugador Más Valioso el año pasado. Y Andrew Benintendi emprende su primera temporada completa como el prospecto número uno de las mayores. “Será algo raro. Nunca jugué sin él”, comentó Betts. “Tenía la experiencia que ninguno de nosotros los jóvenes teníamos. Su risa, el buen humor y, por supuesto, ese liderazgo. Tenemos que gente que puede hacer, pero solo hay un David Ortiz”.
Ese liderazgo de un veterano quedará ahora en manos de Dustin Pedroia, el segunda base de 33 años. En cuanto al bateador designado, el manager John Farrell no quiere tener a alguien fijo en esa función. Pero lo más probable es que el dominicano Ramírez sea quien se encargue para enfrentar lanzadores derechos, con el recién adquirido Mitch Moreland en la primera base. Los papeles se invertirían frente a zurdos.