César Valdez dice a elCaribe cómo encontró fuerzas para regresar a las Grandes Ligas tras la muerte de su progenitor
A veces dudó si podría lograrlo, a veces pensó en retirarse, pero después de la muerte de su padre, César Valdez retomó fuerzas y ahora está disfrutando de su segunda oportunidad en Grandes Ligas.
No ha sido un cuento de hadas, más bien ha sido un camino plagado de incertidumbre, críticas y desafíos, los que ha sobrepasado de la mano de su esposa, Massiel Peláez, el cual le ha tomado siete años para regresar a Las Mayores.
“Yo le dedico todo esto a mi papá, a mi esposa, y a las personas fieles, que siempre me han dicho que podía seguir, que tengo talento. Y a los que decían que yo no podía regresar a las Grandes Ligas y decían que no podía tirar duro. Estamos aquí y la obra es de Dios”, manifestó Valdez a elCaribe, que ahora pertenece a los Azulejos de Toronto.
Antes de su primera aparición en esta campaña con los Atléticos de Oakland, la última vez que César se subió a un montículo en la Gran Carpa fue el 3 de mayo de 2010, cuando él abrió para los Diamondbacks de Arizona y ayudó a conducirles a una victoria 9-1 sobre Houston.
Ese fue su debut en las Grandes Ligas. Poco después, Valdez regresó a las ligas menores, donde se aferró tenazmente a su sueño de jugar en las Grandes Ligas pero al final de la temporada fue puesto en libertad.
“Ese momento fue difícil, pasan muchas cosas por tu mente, sin trabajo, sin otra cosa que hacer, yo estudié pero no tengo un título, solo hice bachiller, y tú dices qué vas a hacer…Muchas personas me dieron la espalda, inclusive el mismo agente”, indicó César, quien lanzó en la Liga Mexicana con cuatro equipos diferentes, además de Venezuela y Taiwán (2015).
Pero fue sólo este año que se las arregló para recuperar su camino de regreso a Las Mayores, en cuatro apariciones con Oakland cerca del inicio de la temporada antes de ser reclamado por Toronto. “Yo mismo no me creía que volvería a jugar en Estados Unidos, me mantenía lanzando en cualquier liga que me dieran la oportunidad, pero tengo una tremenda esposa que siempre me apoyó y me dijo que me mantuviera jugando y mi padre antes de morir también esperaba que volviera a jugar Grandes Ligas otra vez”, agregó.
Y aunque César recibió un golpe inesperado como la muerte de su padre, esto le dio más impulso para cumplirle el anhelo que le había pedido.
“Ya yo estaba desencantado del béisbol, después que mi padre falleció, comenzó todo. Desde ahí en adelante, tomé más fuerza, seguí batallando y gracias a Dios las cosas me han salido bien”, expresó Valdez, acerca de su padre Miguel Valdez, quien falleció en febrero del 2015.
Asimismo, confiesa que la oportunidad que le brindó el equipo Tigres del Licey, fue una de las claves para su regreso. “El Licey ha sido todo para mí, soy liceísta desde niño, mi papá fue liceísta hasta la muerte. Desde niño me llevó al estadio de los Tigres, nos sentábamos en las gradas. En el 2007, tuve la oportunidad de que me escogieran en el Sorteo de Novatos “, indicó el lanzador derecho que fue el Jugador Más Valioso de la Serie Final de la campaña pasada en la cual el conjunto azul se coronó campeón.
Con su mirada alzada hacia el cielo, César dijo: “Hasta ahora es la experiencia más importante en mi carrera, a parte del Clásico Mundial de Béisbol”.
Pero tampoco olvida como ese día de camino a llevar a sus hijos a la escuela, escucha los pronósticos de ese último juego en el cual fue el abridor.
“Escuché a varios periodistas decir: ‘César Valdez lanzará el último juego de la serie final, el pronóstico no es muy favorable. No creemos que pasará de tres entradas, y ahí estuvo el juego para los que no creían”, sostuvo César, quien fue incitado por varias personas a que dejara de jugar.