Santiago, 31 años después, acoge al equipo nacional de mayores que empieza búsqueda de boleto a Copa del Mundo.
La selección dominicana de baloncesto de mayores finalmente juega en casa.
Centrobasket de 2010 fue la más reciente ocasión en la que el combinado quisqueyano estuvo en cancha en el país. La cita de este 2017 es la primera ventana clasificatoria a la Copa del Mundo de 2019, un método que estrena la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) y que los criollos afrontarán en una sede un tanto inusual: Santiago de los Caballeros.
Esta noche, a las 8:00, el rival de turno será la escuadra de Islas Vírgenes y el próximo lunes a la misma hora la cita es contra Canadá. República Dominicana, originalmente, debió jugar este primer encuentro en Islas Vírgenes, país que no pudo alojar este choque de ida por los estragos del Huracán Irma.
El costo de la entrada a la Arena del Cibao Oscar Gobaira está en 200, 300 y 400 pesos.
El evento no será transmitido ni por televisión ni por radio. Siete años han pasado desde ese Centrobasket en el que Charlie Villanueva montó un espectáculo frente a Puerto Rico, que finalmente se llevó la medalla de oro. Ese tiempo no es mucho si se toma en cuenta que la tropa tricolor no accionaba en Santiago desde los Juegos Centroamericanos de 1986. Melvyn López repite como director técnico del conjunto. López también llevó las riendas en la AmeriCup de agosto y septiembre pasados cuando los dominicanos concluyeron en la séptima posición y lograron una clasificación a los Juegos Panamericanos de 2019.
Contrario a la AmeriCup, Eulis Báez, Ronald Ramón, Gerardo Suero y Eloy Vargas están disponibles y eso, obviamente, hace pensar a muchos de que se trata de un mejor equipo. Víctor Liz, Rigoberto Mendoza, Jonathan Araujo, Edward Santana, Gelvis Solano, Adris de León, Dagoberto Peña y el nacionalizado Sadiel Rojas completan la nómina de seleccionados.
Todos ellos están claros de lo que debe ser el equipo dominicano, a pesar de que no hubo mucho tiempo para prepararse en términos colectivos. “Las cosas nos saldrán bien, a pesar de que no hemos entrenado mucho, porque la mayoría de nosotros estábamos jugando. Todos han mostrado un buen ritmo”, dijo Liz, el capitán del seleccionado local. “Hay buen ánimo, es algo que será muy importante”.
Liz minimizó el tema de la baja estatura de la plantilla dominicana y dejó claro que siempre se ha lidiado con ese particular. “Ese es nuestro equipo, somos nosotros, mientras no estén los jugadores altos como Karl Towns y Al Horford vamos a ser siempre nosotros, es lo que tenemos”, apuntó. “Saldremos con todo el deseo de hacer las cosas bien, nos vamos a sacrificar porque sabemos que no somos el equipo más alto”.
Para Melvyn López no solo es un reto dirigir la selección, sino hacerlo bajo estas nuevas condiciones. Los equipos no pueden cambiar de nómina entre un partido y otro durante una misma ventana clasificatoria. López entiende que se necesita mucho de la entrega y el sacrificio de sus jugadores y es lo que espera que suceda en cancha. “Es bien difícil, y más que difícil, es algo nuevo para todos”, declaró. “Hemos tenido que estar todo el tiempo haciendo scouting de los jugadores del equipo contrario que podrían estar y de los propios jugadores nuestros donde estén jugando”, indicó.