Houston tiene que ganar con Verlander en el montículo y un juego más para conquistar su primera corona de la Americana.
“Tienes fe porque cuentas con Justin Verlander”, declaró el manager A.J. Hinch. “Su presencia hace que todo el mundo tenga un poco más de energía”.
Y los Astros necesitan vigor.
Aaron Judge, Gary Sánchez y los otros jugadores de Nueva York, que sufrieron un par de derrotas 2-1 en Houston, recibiendo 13 ponches de Verlander, llegan bien entonados tras superar 19-5 en carreras y 25-12 en hits en sus tres juegos como local.
También vienen de voltearle la tortilla a Dallas Keuchel, el otro as de los Astros que perdió el quinto partido tras ganar el primer juego con un registro de 10 ponches en siete innings en blanco.
“Hay que fijarse en todos los jugadores que se han sumido en malas rachas en los playoffs y de un momento a otro se calientan”, advirtió el piloto de los Yanquis Joe Girardi. “Y yo creo que todo se magnifica cuando estás en los playoffs, y dos juegos parecen una eternidad, mientras que si las pasas mal en dos juegos en la temporada regular la gente no dice ni pío”.
Los Yanquis están a una victoria de ganar su primer cetro de la Americana desde 2009 y el número 41 en total.
Houston tiene que ganar con Verlander en el montículo y un juego más para conquistar su primera corona de la Americana. Los Astros aún formaban parte de la Liga Nacional cuando acudieron a su única Serie Mundial hace 12 años.
En el segundo juego, Verlander empleó 124 pitcheos, exactamente la mitad de Luis Severino por los Yanquis. El duelo de lanzadores se repite en el sexto duelo.
Severino no fue a lanzar en el quinto episodio del segundo juego, un inning después que Girardi y un preparador físico visitaron en la lomita al derecho dominicano de 23 años al verlo hacer una señal con el brazo tras permitir un jonrón solitario a Carlos Correa. Pudo seguir, pero luego fue impactado en la muñeca izquierda por un rodado que puso fin al inning.
Culminado el juego, Severino dijo que se sentía bien — fue examinado por los médicos — y que quería seguir lanzando.
Ahora tendrá la oportunidad de llevar a los Yanquis a la Serie Mundial.
“Creo que voy estar a cien”, dijo Severino sobre lo que será su grado de fogosidad para lanzar. También resaltó que respondió bien tras su sesión de bullpen el miércoles.
Esta serie de campeonato ha calcado el patrón de la Serie Mundial de 2011 para Nueva York, que entonces perdió los primeros dos juegos en Arizona y procedió a ganar tres seguidos en el Yankee Stadium.
Hasta ahí los Yanquies quieren que lleguen las similitudes, puesto que perdieron 15-2 en el sexto ante Randy Johnson cuando Andy Pettitte empezó a dar pistas sobre sus pitcheos. Roger Clemens abrió el séptimo para los Yanquis ante Curt Schilling, pero fue Johnson el que se llevó su tercera victoria de la serie en relevo luego que los Diamondbacks anotaron dos veces en el noveno ante Mariano Rivera para una victoria 3-2.
Luego de vencer a Minnesota en el juego de comodines y revertir un 0-2 para ganar la serie divisional al mejor de cinco ante Cleveland, los Yanquis se encuentran en una situación inédita esta postemporada: al mando de una serie.
“Se siente distinto”, dijo Girardi. “Hemos estado en el modo ‘hay que ganar hoy, no podemos perder por diversos motivos’. Pero aún sigo creyendo que la actitud será la misma, ganar un juego”.