HONG KONG (AP) — Un activista por la democracia en Hong Kong aseguró el viernes que fue secuestrado y torturado presuntamente por agentes de seguridad chinos, quienes le engraparon las piernas y le advirtieron que no enviara una foto autografiada del astro del fútbol Lionel Messi a la viuda de un disidente.
El caso extraño se suma a una serie de incidentes que hacen temer a los residentes de Hong Kong que Beijing está reduciendo la amplia autonomía y los derechos civiles de los que goza la antigua colonia británica y son desconocidos en el territorio continental.
Howard Lam relató su penosa experiencia a los periodistas y les mostró las grapas clavadas en sus piernas para tener una prueba documental antes de denunciarlo a la policía y recibir tratamiento en un hospital.
Los secuestradores le advirtieron que no enviara la foto a Liu Xia, viuda del premio Nobel de la paz Liu Xiaobo, muerto el mes pasado en prisión. Liu tenía fama de ser un amante del fútbol que seguía la carrera de Messi.
Antes de la muerte de Liu el 13 de julio, Lam había escrito al club Barcelona para pedir una foto autografiada de Messi que pudiera enviar al disidente, preso y enfermo de cáncer, para darle ánimos.
La foto arribó tarde y Liu decidió tratar de enviarla a Liu Xia, según escribió en un mensaje en Facebook. Se desconoce el paradero de ella desde la muerte de su esposo y su casa en Beijing está rodeada de agentes de seguridad.
Días atrás, dijo Lam, un conocido en China continental lo llamó para decirle que no enviara la foto a Liu Xia.
El jueves por la tarde, prosiguió, hombres no identificados lo obligaron a subir a un auto y lo obligaron a oler una sustancia que le hizo perder el sentido.
Al despertar, se encontró atado a una silla, con los ojos vendados y vestido solo con ropa interior. Sus secuestradores lo interrogaron sobre la foto y Liu Xia.
“¿Conoces a Liu Xia?”, preguntaron. “¿Por qué causas problemas?”
Luego de golpearlo en el estómago, le dijeron, “Eres cristiano, ¿no? Aquí tienes una cruz”, y le clavaron las grapas cruzadas en las piernas.
“Me advirtieron que no la envíe aa Liu Xia”, dijo.
Lam dijo que lo drogaron otra vez y cuando despertó, se encontraba en una playa el viernes por la madrugada.