Ignoramos tanto, y paralelamente nos alimentamos de juicios ajenos y propios, conformando un banco de datos, una especie de corazón artificial latiendo en el epicentro de nuestra realidad; cada información, conjetura o prejuicio tiene un valor tan importante como aporte a los intereses que nos atan. No obstante, nuestra nada como nuestro todo son equivalentes cuando Dios truena, evidenciando como rayo fluorescente que en tus asuntos se ha hecho presente. Pero hasta que no aceptes el proceso, no entenderás nada sobre el suceso, aunque en el interior del alma algo te susurra el inicio de un camino sin regreso, donde aquel que desata el trueno, también sostiene firme la hoja. Ánimo, el peso de tu proceso determina el contrapeso de tu bendición. ¡Persiste, Dios te ama y te ha señalado!
¡Te ha señalado!
Ignoramos tanto, y paralelamente nos alimentamos de juicios ajenos y propios, conformando un banco de datos, una especie de corazón artificial latiendo en el epicentro de nuestra realidad; cada información, conjetura o prejuicio tiene un valor tan…