No es común ver gente que se atreve a salir de lo regular, y es alentador oír hablar de gente que no pierde la fe ni decae en la esperanza. Pero mucho mejor es presenciar tal osadía para arremeter contra toda oposición, desafiando un cáncer, una crisis financiera, un divorcio o una destitución. Lo intentan todo, una y otra vez, porque están convencidos que han nacido, más que para ser valientes, para ser vencedores.
En el libro Números 14:24, Dios mismo nos dice: “Solamente mi siervo Caleb ha tenido un espíritu diferente…”. Dios está dispuesto a entregarnos la fe que conquista lo imposible, pero para ello debes salirte del montón, y no solo tener un espíritu diferente, debes hacer la diferencia.