Todo lo que se quiere debajo del sol tiene su hora y es buen momento para despertar. La peor de las tinieblas del entendimiento es capaz de evidenciar que es demasiado oscuro como para permanecer dormido allí. Un ciego conoce más de oscuridad que de luz, perdiendo hasta la noción de los daños que ocasiona. Las tinieblas espirituales trabajan sepultando viva el alma en la profundidad de sus opiniones y supliéndole al ego la luz artificial del placer. Jesucristo llega en la noche más oscura del hombre, el Espíritu Santo en la aurora de nuestra consagración. Quien vive a oscuras está ciego a lo eterno y dormido a plena luz del día, de modo que entre los vivos está muerto a la certidumbre en un mundo incierto, conflictivo y decadente.
¡A plena luz!
Todo lo que se quiere debajo del sol tiene su hora y es buen momento para despertar. La peor de las tinieblas del entendimiento es capaz de evidenciar que es demasiado oscuro como para permanecer dormido allí. Un ciego conoce más de oscuridad que…