En mayo del 2020 República Dominicana volverá a poner en la palestra mundial su democracia representativa cuando la Junta Central Electoral (JCE), ahora bajo la égida del experimentado jurista Julio César Castaños Guzmán, organice las elecciones en las que serán escogidas las nuevas autoridades del país, comenzando con el Presidente y el Vicepresidente de la República.
¿Será otro gran reto para la JCE?
Tras los resultados de la consulta comicial, ¿habrá traumas y protestas por parte de los perdedores?
¿Se volverá a cuestionar -como pasó en los pasados comicios- el dictamen del organismo colegiado y, por consiguiente, otra vez la democracia estará en el “ojo del huracán”.
Las preguntas deben tener respuestas claras.
Respuestas que deben ofrecerlas la cúpula de la nueva JCE en voz de su presidente Castaños Guzmán.
Quizás ni siquiera el impoluto abogado, que ocupa el cargo de presidente de la JCE por segunda ocasión, tenga que contestar ninguna de las preguntas plasmadas en este artículo.
Hace unos días, Castaños Guzmán declaró -y lo precisó con firmeza- que “las elecciones del 2020 serán las mejores que se hayan celebrado en este país”.
Para dar más credibilidad a su afirmación, la cual fue recibida con optimismo por dirigentes políticos -especialmente por la oposición-, reveló que ya los técnicos de la JCE “están inmersos en las labores pertinentes para que sean posibles unas elecciones limpias y transparentes”.
Castaños Guzmán dijo más: “Yo voy a hacer una apuesta: En el 2020 vamos a tener las mejores elecciones que se hayan tenido en República Dominicana. Nosotros vamos a realizar cuantos simulacros haya que hacer para que aquí no quepa la menor duda”.
Que los politólogos dominicanos le tomen la palabra a Castaños Guzmán y que, al mismo tiempo, crean en lo que le ha prometido al país.
Yo, desde este espacio, ¡os proclamo! que creo en la promesa del nuevo presidente de la JCE. No hay por qué dudar de su palabra.
El pasado presidente del organismo colegial, Roberto Rosario Márquez, tuvo muchos problemas tras los comicios de 2016.
Nadie querrá que esos problemas –que fueron muy traumáticos- se repitan en la gestión de Castaños Guzmán.
La sociedad dominicana debe avanzar… y quitar todos los obstáculos que pueda tener en su camino.
Se requiere que en las elecciones de 2020 no haya ningún percance y que se fortalezca la democracia.