El Hospital Central de las Fuerzas Armadas

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Una situación de salud de un familiar muy cercano me llevó durante varios días al Hospital Central de las Fuerzas Armadas, una estructura sanitaria que ha resultado fundamental para los cuidados médicos de miles de hombres y mujeres del servicio militar y sus parientes.Me sorprendió gratamente comprobar que el establecimiento de salud de los militares no es simplemente un “almacén de enfermos” como se suele calificar a los hospitales públicos en nuestro país, la mayoría de los cuales simplemente carecen de todo menos de pacientes necesitados de atención.

Pude notar que, en ciertos aspectos, el Central funciona como una clínica privada con atenciones muy eficientes para los pacientes, una higiene bien cuidada y otros aspectos, sin dejar de reconocer que sus recursos no son suficientes.

El lógico interés periodístico me condujo hasta el director del centro, doctor Agustín Iglesias Melo, a quien abordé sobre el estado general del hospital. El doctor Iglesias Melo me dijo que a pesar de que ha alcanzado muchos objetivos, no está satisfecho y se propone desarrollar unos planes ambiciosos.

Uno de ellos es una unidad de trasplantes renales, lo cual, de lograrlo, significaría un hito en la historia del Hospital Central, convirtiéndose en uno de los pocos establecimientos médico de la República Dominicana que llevan a cabo estas intervenciones tan complejas.

Esa unidad estaría en operación este mismo año cuando se completen algunos trabajos y se logre la certificación correspondiente, la cual ya está en evaluación.

La importancia de que una estructura sanitaria como esta haya alcanzado los niveles de modernización y eficiencia que observamos, adquiere ahora mucha más relevancia luego de que se dispusiera el traspaso de todo el personal militar como afiliados del Seguro Nacional de Salud (Senasa), lo que supondrá una mayor demanda para el Hospital Central pero al mismo tiempo una fuente de ingresos al convertirse en un prestador de servicios de salud igual que las clínicas privadas.

Es obvio que si el Central no está en condiciones de asimilar esa creciente demanda de servicios pudiera verse desbordado, echando por tierra los avances alcanzados.

En conclusión: Es aquí donde entra la creatividad de los buenos gerentes, los cuales logran convertir en oportunidades los que aparentan desafíos y amenazas, pudiendo salir airosos. En nuestra conversación con el doctor Iglesias Melo me pareció que este será su caso y que los miembros de las Fuerzas Armadas, sus familiares y los demás dominicanos que acudan el hospital que dirige, pueden sentirse seguros del servicio.
Una cosa debe estar clara, y es que el centro médico, como todos los hospitales del sistema público, tiene que contar con más recursos.

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