Durante el transcurso de la semana que termina hoy, los órganos diseminadores de hallazgos, resoluciones, taxonomías y conclusiones de la Ciencia, publicaron dos noticias de importancia trascendental.La primera publicación (Ann Gibbons Apr. 23, 2017, 7:00 Pmwww.sciencemag.org) da cuenta de la descalificación del principal candidato a eslabón perdido, concepto definido por Charles Darwin como secuela de su tesis (teoría) de la evolución de los seres vivos contenida en su “Origen de las Especies”, que también es internalizado como la especie inmediatamente anterior a la del género humano, debida al hallazgo en Sudáfrica de un esqueleto completo en el 2010 que podría, más que calificarse como propio del linaje humano, asignarle en vez pertenencia a la especie Australopithecus sediba.
El paleantropólogo Lee Berger de la Universidad de Witwatersrand, de Sudáfrica se dio cuenta de que los fósiles de la caverna colapsasada en Malapa, Sudáfrica, podrían cerrar alguna brecha en los registros de fósiles de la progresión evolutiva del hombre de entre hace 2 y 3 millones de años, cuando algún australopithecine caminante erecto evolucionó hacia el género homo. Sin embargo, la datación de los homínidos de la caverna de Malapa los coloca en época de hace 1.98 millones de años, cuando ya existía el hombre, ensombreciendo la identificación del A. sadiba como eslabón perdido.
La segunda publicación aborda un tema que me ha apasionado desde la pubertad –unos 65 años, cuando empecé mi búsqueda de respuestas a las preguntas clásicas de la duda metódica del qué, quién, cómo, cuándo, dónde y por qué. Adoctrinado desde la infancia a reconocer como única verdad los relatos bíblicos, nacido y crecido dentro de férrea dictadura aliada de la Iglesia Católica, que violaba el mandato constitucional dominicano de educación publica laica en favor del cristianismo romano, hallé discrepancias enormes entre mis creencias inculcadas y la información contenida en los textos de las ciencias. La sumisión al sacerdote autoritario de la escuela primaria fue sustituida en la secundaria por la libertad y el derecho de pensar, y la Ciencia pasó a verse como lo mejor para descubrir lo que es. Así la aparición de la vida y del hombre pasó a ser desde hace 3500 años a cientos de miles y desde allí hasta postulados de miles de millones.
Se abre así el espacio al entendimiento para comprender el contenido y para mejor articular objeciones a lo establecido, especialmente cuando los informes se fundan en estudios metódicas y su contenido se expresa como hipótesis que puede sustituirse por nuevas evidencias contradictorias.
Durante el transcurso del último año la tesis de que la migración a América de seres humanos había acontecido desde solo un espacio geográfico, prematura conclusión usada para rechazar conclusiones arqueológicas sobre arribos no por el estrecho de Beringia. Abierta tal posibilidad, se prepara el mundo para indagar las otras posibilidades, frente a la nueva receptividad para recibir las conclusiones de los estudios en progreso en Norte, Centro y Sud América. Según lo desvelado ayer, el hombre ha vivido en América mas de 140,000 años. -Continuará-.