Hay circunstancias tan abrumadoras como peligrosas en las cuales una actitud incoherente, un paso no pensado o una palabra impropia es suficiente para un yerro fatal, justo lo que esperan tus enemigos para acusarte o eliminarte del escenario. Cuando tus adversarios te empujen hacia el precipicio, recuerda esto, no has llegado solo hasta allí, tu vida no está fuera del control de Dios, él tiene calculadas las distancias, los tiempos, los factores oponentes, los imprevistos, las notas discordantes y tus debilidades no le son ocultas, pero ya nos ha dicho que absolutamente todas las cosas ayudan a nuestro bien; ¡comprende que todos estos acontecimientos, por nefastos que puedan ser, sólo te acercarán al bien que Él ya ha determinado para ti! Su gracia desborda sobre toda desgracia!
¡Gracia desbordante!
Hay circunstancias tan abrumadoras como peligrosas en las cuales una actitud incoherente, un paso no pensado o una palabra impropia es suficiente para un yerro fatal, justo lo que esperan tus enemigos para acusarte o eliminarte del escenario. Cuando…