En 1998, Hugo Chávez logra el poder, en medio de una crisis económica, causada por la caída del precio de petróleo, a US$ 11,91 el barril. Líder carismático, con dotes de orador, “mantuvo una intensa conexión con los pobres, aprovechando sus resentimientos”…y capitalizó “el sentimiento generalizado de frustración y abandono sentido por las masas…”
La recuperación e incremento a niveles records de los ingresos petroleros, del año 2000 al 2014, le permitieron financiar su activismo internacional, y ambiciosos programas de transferencias sociales, a los que dedicó 44,6% del presupuesto, solo en el 2007. Como tantos otros líderes carismáticos latino-americanos utilizó su indudable popularidad para consolidar su poder personal, menoscabando las instituciones, que pudieran servir de contra-peso. Siendo así, tomó el control de la renta petrolera, politizó las fuerzas armadas y el poder judicial, instauró controles a la libertad de expresión e internet, etc.
Sin embargo, el proyecto social chavista entraba en crisis al momento de su muerte en el 2013, debido a una nueva caída de los ingresos petroleros. Y es que su carrera y legado resultaron estar intrínsecamente ligados al precio del petróleo, una variable fuera de su control. Pero el daño resultó mas profundo. El sueño de un Socialismo del Siglo XXI, con sus expropiaciones, intervencionismo burocrático arruinó buena parte de la economía. La propia extracción petrolera declinó un 25%.
Consecuentemente, la pobreza se ha disparado, provocada por una desbordada inflación y la escasez de los productos más esenciales. La delincuencia ha alcanzado niveles alarmantes…Estamos pues ante la herencia de un líder carismático, que dilapidó recursos, dejando una herencia de quiebra económica e institucional.
El carisma y popularidad de Lula da Silva quizás llegó a superar la de Chávez. Elegido presidente en el 2003, y gobernó hasta el 2011, fundamentando su política social en la Bolsa Familia, para reducir la pobreza a corto plazo mediante transferencias directas, y a largo plazo, mediante la educación. En febrero 2011, el 26% de la población brasileña estaba cubierta por el programa. A diferencia de Chávez, las políticas económicas de Lula fueron ortodoxas. Brasil se convirtió en la octava economía del mundo, lo que contribuyó a aumentar la influencia internacional de Lula, nombrado en el 2010, entre los 100 líderes más influyentes del mundo, por la revista Time. Sin embargo, actualmente Brasil, al igual que Venezuela, está inmerso en una crisis económica y política, debido al escándalo de corrupción de Petrobras, que reveló que la influencia de Lula en Latinoamérica estaba basada en un entramado corrupto para el financiamiento de obras públicas, y de las campañas y sobornos a políticos.
Si el legado de Chávez consistió en un ataque directo a las instituciones democráticas, el de Lula resultó en socavarlas. Ambas muy dañinas….