¿Por qué hemos envilecido?
Señor director. Hace ya muchos años que los humanos perdimos el contacto con el ser interior, ese que es noble, pacífico y equilibrado, hemos sido presa fácil del miedo, el odio, y la rabia que nos provoca la impotencia. La ambición ha mermado nuestra naturaleza humana para convertirnos en animales depredadores en lugar de animales domésticos.
La mayoría de las sociedades se han convertido en un coliseo romano, el salvajismo y la falta de amor imperan, unas cuantas manzanas podridas se mezclaron con las otras, nos pasaron desapercibidas, o lo permitimos, y dañaron una gran cantidad de las sanas y apetitosas. Hoy día todo se le atribuye a la necesidad de cambios y se actúa con demasiada permisividad e indiferencia. Aunque los cambios son necesarios y normales dentro de la evolución, muchos de estos cambios han sido manipulados por la ambición y perversidad del hombre mutante, algo ha ocurrido en nuestra naturaleza animal que había dejado atrás sus instintos salvajes de supervivencia y tomado el camino pacífico de la convivencia amigable y respetuosa, y ha detonado un sin número de actuaciones que no se corresponden con el ser de amor que esencialmente somos. La manipulación ha sido ejercida en diferentes ámbitos; a través de la alimentación, los tratamientos médicos y de fertilización y experimentos en personas enfermas, presas o indefensas que están a expensas de las ayudas internacionales y nacionales, que si es cierto que ayudan, lo hacen por interés, y poder tener carnada fresca.
Muchos de los desastres mundiales son creados por manos criminales humanas, como: Las guerras, fuentes de masacres, y de refugiados que usan como carnadas, además de los recursos financieros que generan a los magnates del poder. El terrorismo, auténtico y el disfrazado. El auténtico, creado por el deseo de someter de unos cuantos, y la necesidad de no dejarse someter de la mayoría desposeída. El disfrazado, atribuido a los que no se dejan someter pero cometido por los que quieren someter, así consiguen aprobación para ejercer un sometimiento abusivo que solo persigue dinero y poder. Se dice que algunos desastres naturales son manejados por estas manos criminales también. Todo esto suena increíble y horrible, la creación de enfermedades en laboratorios para minar de plagas la población y poder intervenir el aire a través de la fumigación y manipulación genética de los insectos y otros animales y tener un control más directo de una población indefensa y aparentemente enferma que cree en la intención de ayudar, y mediante las vacunaciones y otros artilugios, seguir inoculándonos virus letales, modificaciones y mutaciones del ADN, y escudarse en el proceso evolutivo natural. Lo que no tomaron en cuenta es que el cuerpo humano tiene sus propios mecanismos de defensa y cuando se ve en peligro, actúa bajo su propio albedrío, con poder absoluto para reprogramarse y reinventarse a sí mismo ante cualquier manipulación o sabotaje. Nos subestimaron pero a pesar de todo, el equilibrio universal está presente y siempre lo estará, y muy pronto arribaremos a un nuevo amanecer.
Idalia Harolina Payano Tolentino
Ciudadana