¡Asunto de elección!

Conozco dos tipos de distancias, una es la que nace de la hipocresía, donde la métrica del engaño es la norma conveniente para separar, vidas y propósitos, la otra es la brecha que se ensancha como consecuencia de compartir una verdad incómoda. La elección de cualquiera de estas modalidades proviene de la previa decisión de separamos de la voluntad de Dios. La verdad, aunque diseñada para unificar, separa la paja del trigo, con precisión milimétrica. Hay quienes comparten la misma cama, pero sus corazones sueñan en paralelos cuasi imposibles de interceptarse, y aunque sus manos y cuerpos se entrelazan, sus latidos nunca se unen… En Juan 17 Jesús oró “que sean uno”, haciendo evidente que vivir a la distancia de una verdad incómoda requiere de un giro conveniente hacia Dios.