A mediados de octubre de cada año, en las intersecciones de esa avenida, los charamicos anuncian la Navidad
“Se siente la brisita, aquí la Navidad no se ve hasta que nosotros no salimos’’, expresaron vendedores de artesanías.
Como de costumbre, a mediados de octubre de cada año, en las intersecciones de las calles José Amado Soler y Jacinto Mañón de la ciudad capital los ciudadanos que allí transitan se deleitan contemplando las artesanías y las complejas marañas de los bejucos entrelazados y decoraciones navideñas que los vendedores de la Churchill ofrecen a la derecha como a la izquierda de la céntrica avenida..
Cándido Santos, un habitual vendedor de Charamicos, expresó al equipo de elCaribe que por más de treinta años ha comercializado estos adornos confeccionados a mano.
Venta de temporada
Dijo que la temporada de charamiqos’ es de dos meses y medio y cuando termina temporada se dedica a la venta de frutas hasta esperar el próximo octubre.
“Empecé a cargar las mercancías anoche, pero a partir del lunes las ventas van a subir”, explicó Santos con visible alegría al reconocer que la temporada es corta.
El vendedor mostró también grandes expectativas en cuanto a la venta para esta época y dijo que diversificará su oferta “con diferentes estilos de decoraciones” mientras se prepara para acaparar la mayor cantidad de clientes posible.
¿Qué hay ahí?
En el espacio se encuentran disponibles variados adornos: conos, angelitos, los renos con carretas, estrellas, bolas de bejucos y madera, nacimientos de Jesús, charamicos sueltos, rueditas de madera decoradas.
En cuanto a precios, la variación por piezas es el factor. Hay conos que oscilan entre los 5,000 pesos y 20,000 pesos, dependiendo de los accesorios que conlleva.
Según los vendedores, el proceso de preparación de los Charamicos puede tardar hasta ocho meses entre la selección de los bejucos, el secado, la pintura y el producto acabado.
Mientras tanto, David De Jesús y Carmelina De Jesús, son dos hermanos que heredaron de sus padres el negocio familiar de los Charamicos.
Tienen en su haber 25 y 30 años en esas labores de confección y venta de estos pintorescos artículos que cada Navidad engalanan los hogares de cientos de dominicanos.
Los De Jesús recuerdan que años atrás era difícil vender en esta vía, se han visto impedidos en varias ocasiones de vender en la vía pública y expresaron que la Dirección General de Espacios Públicos del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN), solía confiscar sus mercancías pero expresaron que esas son eventualidades que quedaron en el pasado porque juntamente la semana pasada pagaron los impuestos correspondientes para poder vender en el mencionado sector.
Actualmente, los vendedores están pagando a la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN) 1,000 pesos por cada metro usado en la vía pública, donde tienen localizadas sus mercancías.
Los hermanos cuentan con 40 metros a lo largo y ancho de la acera de la Churchill.
