La parte de atrás del Faro a Colón se ha convertido en un conuco, donde los molondrones, berenjenas, yucas y batatas crecen junto a la maleza.
Aunque la limpieza y el ornato que exhiben los jardines motivan a los visitantes a tomarse fotografías, la parte de atrás de este museo luce descuidada.
Reporteros de elCaribe observaron obreros en tareas de poda de árboles en esta área y demás jardines del monumento erigido en memoria al descubridor de América.
Al respecto, Alfredo Espinosa, quien ha asumido la administración en los últimos cuatro años del Faro a Colón, sostuvo que las labores de limpieza se realizan con mucha precariedad y que se hace todo lo posible por mantener el museo en perfecto estado.
En tanto, el gobernador del Faro, José Jiménez, atribuyó la situación a la falta de personal. “El museo opera en un 90 por ciento, la única queja de los transeúntes son las áreas verdes, pero vivimos en un país tropical. De octubre a noviembre hubo aguaceros y los empleados del área verde no pudieron trabajar”, dijo.
Poca iluminación en los alrededores
Una de las quejas de los transeúntes es precisamente la poca iluminación de los alrededores del monumento y la acumulación de basura que a veces exhibe. Sobre el tema, el administrador del museo, dijo que la situación escapa de las manos de la dirección.
Agregó que el espacio cultural sufre los continuos apagones de los sectores aledaños y que la mayoría de veces deben operar por más de cuatro horas con la planta eléctrica. Es decir, más de la mitad del horario de visitas establecido.
Museo no opera a toda capacidad
El próximo mes de octubre, el Faro a Colón arribará a sus 25 años de inaugurado, pero la imponente obra donde reposan los restos de Cristóbal Colón (hay una polémica al respecto) no explota su potencial por falta de recursos.
De los cuatro niveles que comprende la edificación en forma de cruz, solo la primera planta está abierta al público. Allí se encuentra el mausoleo del almirante español y las salas donde se exhiben muestras representativas de la cultura de 42 países.
Esta falta de personal priva a los visitantes de conocer el museo subacuático, donde se encuentran objetos sacados del mar, el cual está a puerta cerrada.“El museo no opera a toda capacidad por la falta de personal. Los recursos no lo permiten, dijo. Espinosa indicó que en el Faro a Colón, cuya extensión es de 800 metros de largo, laboran cerca de 80 empleados.
Mas de 400 turistas visitan el monumento
El museo está abierto al público de martes a domingo de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Para entrar, los turistas deben pagar RD$100 pesos, mientras los estudiantes RD$20. El gobernador del Faro a Colón indicó que debido a la temporada de cruceros, la cantidad de turistas que visitan el lugar aumentó considerablemente. Dijo que en un día han recibido entre 400 a 500 turistas. Allí estudiantes también realizan las 60 horas que exige el Ministerio de Educación.
