La delincuencia desatada en La Nueva Barquita está doblando el pulso a los policías y militares de puesto en este proyecto habitacional, modelo de reforma social.
La denuncia la hacen residentes de este proyecto ubicado en Sabana Perdida, Santo Domingo Norte, quienes aseguran sentirse inseguros en el lugar.
El temor en estos moradores se incrementó tras la muerte a puñaladas de uno de sus vecinos dentro de su apartamento en presencia de su hijo de seis años de edad hace ya 14 días.
En el barrio se tejen muchas versiones sobre la muerte de Sinencio Vásquez Méndez, de 50 años. Algunos dicen que quienes lo mataron pensaban que éste había vendido su apartamento y tenía el dinero guardado en la vivienda.
Sonia Hernández, quien fuera su esposa, asegura que su pareja era un hombre trabajador y familiar, que se dedicaba a la recolección de basura en su triciclo en el sector Villa Faro.
El hecho ocurrió a las 4 de la mañana del sábado 13 del mes en curso. Hernández contó que ese día se encontraba en su lugar de trabajo, ya que se dedica a las labores domésticas en horario con dormida.
Indicó que las personas que mataron a su marido al no encontrar objetos de mayor valor, se llevaron un cilindro de gas. Dijo que por el hecho hay un hombre detenido y la Policía busca a tres.
La inseguridad que afecta a estos residentes obligó a quienes tienen sus negocios en locales comerciales del proyecto a cerrar más temprano. La cafetería de Lucía Florián se mantenía abierta al público hasta las 11:00 y 12:00 de la noche, pero el temor de ser asaltada la obligó a limitar las ventas hasta las 9:30 y 10:00 de la noche. Lo propio hizo la comerciante Lupina Báez con su colmado.
Hay quienes han tenido que modificar algunos hábitos de convivencia en La Nueva Barquita. “Después de las 8:00 de noche hay que pensarlo para salir del apartamento para usted sentarse en el parque o ir a comprar una yaroa”, destacó Marcelo Peralta.
Sobre el tema, José Miguel González Cuadra, director de la Unidad Ejecutora para la Readecuación de La Barquita y Entornos, dijo que reportó la situación a diferentes autoridades competentes, entidades que según indicó han tomado medidas al respecto. “Creo que en todos los barrios hay problemas. Es una lucha continua y han tomado medida las autoridades encargadas”, puntualizó.
No hay cupo en escuelas
Aparte de la delincuencia, algunos residentes de este vecindario les preocupa donde inscribirán a sus hijos, ya que los dos centros educativos que contempla el proyecto no tienen cupo para recibir a más estudiantes. Yajaira Pérez se quejó de que este año escolar sus cuatro hijos no pudieron asistir a una escuela y le preocupa que ocurra lo mismo.
“Nosotras las madres pedimos que se asegure la educación de nuestros niños, porque aquí hay niños que se han quedado fuera de la escuela, por eso hacemos un llamado al presidente”, expresó. Sonia Hernández también solicitó a la Presidencia tomar en cuenta esta situación que asegura afecta a decenas de infantes, incluyendo a sus hijos, que perdieron a su padre recientemente.
