(EFE).- Un estudio señala que hay un “pequeño aumento” del riesgo de sufrir parálisis facial asociado con la vacuna CoronaVac contra la covid-19, aunque los beneficios “superan con creces” el riesgo “muy poco frecuente” de este efecto, que en la mayoría de los casos es temporal y se resuelve solo.
El artículo que publica The Lancet Infectious Diseases es el primer análisis a gran escala sobre el riesgo de sufrir parálisis de Bell tras la vacunación con el preparado chino CoronaVac o con el de Pfizer-Biontech (BNT162b2), para lo que se usaron datos del sistema de farmacovigilancia de Hong Kong.
“Nuestro estudio sugiere un pequeño aumento del riesgo de parálisis de Bell asociado a la vacunación con CoronaVac”, indicó el autor principal del estudio Ian Chi Kei de la Universidad de Hong Kong, citado por la revista.
Sin embargo, “sigue siendo un evento adverso poco frecuente y, en su mayoría, temporal. Todas las pruebas obtenidas hasta la fecha, procedentes de múltiples estudios, demuestran que los efectos beneficiosos y protectores” de las vacunas covid-19 de tipo inactivado, como CoronaVac “superan con creces cualquier riesgo”.
La parálisis de Bell es la aparición repentina de una parálisis facial unilateral, que en la mayoría de los casos (70 %) se resuelve por sí sola en seis meses sin tratamiento, y la probabilidad de recuperación es aún mayor (90 %) si los pacientes reciben un tratamiento temprano con corticosteroides.
Los casos de parálisis se incluyeron en el análisis si se habían producido en los 42 días siguientes a la primera o segunda dosis de la vacuna.
Entre el 23 de febrero y el 4 de mayo de 2021, se identificaron 28 casos clínicamente confirmados de parálisis de Bell entre los 451.939 individuos que recibieron al menos una primera dosis de CoronaVac, equivalente a 3,61 casos por cada 100.000 dosis administradas.
Para el preparado BNT162b2, se identificaron 16 casos entre los 537.205 individuos que recibieron al menos una primera dosis, lo que equivale a 2,04 casos por cada 100.000 dosis.
Analizando datos de 2010-2020, los investigadores estimaron el riesgo de total de parálisis de Bell en Hong Kong: unos 27 casos por cada 100.000 personas, al año. Las estimaciones mundiales oscilan entre 15 y 30 casos por cada 100.000 personas al año.
Así, los datos indicaron que recibir CoronaVac se asoció con un riesgo 2,4 veces mayor de parálisis de Bell, mientras que el pinchazo con BNT162b2 no se asoció con un riesgo significativamente mayor.
Los autores señalan que no pueden concluir una relación causal entre la parálisis de Bell y la vacunación en ningún caso individual a partir de este estudio, y que el mecanismo por el que la vacunación puede -en casos muy raros- provocar parálisis de Bell sigue sin estar claro.