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El miércoles 4 de diciembre, la tranquila rutina de una de las zonas más concurridas de Nueva York se vio interrumpida por un asesinato que dejó perpleja a la comunidad. Brian Thompson, director ejecutivo de la división de seguros de UnitedHealth, fue abatido a plena luz del día frente al hotel Hilton, ubicado en el corazón de Manhattan.

Según las imágenes captadas por cámaras de seguridad, el ataque fue calculado con precisión. El asesino emergió desde detrás de un vehículo estacionado, caminó hacia su objetivo y disparó a quemarropa. Thompson, que estaba a solo unos pasos de la entrada del hotel, cayó herido de muerte. Mientras el ejecutivo yacía en el suelo, el atacante huyó rápidamente hacia una calle lateral, perdiéndose entre las múltiples rutas de escape de la ciudad.

El suceso no solo conmocionó al mundo corporativo, sino que también planteó preguntas urgentes sobre la seguridad en una ciudad equipada con uno de los sistemas de vigilancia más avanzados del mundo. ¿Cómo el atacante pudo escapar.

Una ciudad con gran vigilancia

Nueva York, conocida por ser una de las ciudades más vigiladas del mundo, cuenta con más de 25.000 cámaras de seguridad instaladas en intersecciones de tráfico, según un informe de Amnesty International. Este sofisticado sistema, combinado con iniciativas como la reciente incorporación de drones para la vigilancia de Central Park y otras áreas, se ha convertido en una herramienta crucial para las autoridades en la lucha contra el crimen.

En el caso del asesinato del CEO, las cámaras han jugado un papel esencial en el rastreo del sospechoso. Desde los momentos previos al ataque, en los que fue captado comprando en un Starbucks, hasta su huida en bicicleta por la 6ª Avenida, las imágenes han permitido reconstruir parcialmente su recorrido. Sin embargo, estos avances tecnológicos no han sido suficientes para cerrar todos los vacíos en la cronología de los hechos.

Entre las dificultades encontradas, destacan los lugares sin cobertura de cámaras, que dejaron lagunas importantes en la línea de tiempo divulgada por los investigadores. Aunque las autoridades lograron identificar momentos clave, como la salida del sospechoso de Central Park y su llegada a la estación de autobuses de George Washington Bridge, no han podido rastrear con certeza sus movimientos posteriores a ese punto.

Este caso ilustra tanto el potencial como las limitaciones de los sistemas de vigilancia urbana. Si bien permiten seguir el rastro de un individuo en una ciudad con más de ocho millones de habitantes, la capacidad de escapar sin dejar rastro sigue siendo una realidad para aquellos que saben aprovechar las lagunas tecnológicas y logísticas del sistema.

Trayectoria del sospechoso después del asesinato

La fuga del asesino tras el ataque a Brian Thompson fue rápida y bien calculada, lo que ha dificultado su captura. Según las imágenes de las cámaras de seguridad, el sospechoso comenzó su huida a pie por un callejón cercano al hotel Hilton. Desde allí, avanzó hacia la calle 55 Oeste, donde montó una bicicleta eléctrica y continuó hacia el norte por la 6ª Avenida, pasando por varias intersecciones con cámaras de tráfico.La huida se realizó en bicicleta por la 6ª Avenida. (Prensa policía de Nueva York/@NYPDnews)

La huida se realizó en bicicleta por la 6ª Avenida. (Prensa policía de Nueva York/@NYPDnews)

Posteriormente, se le vio salir de Central Park cerca de la calle 77 y Central Park West, todavía con la bicicleta en su poder. Más tarde, fue captado caminando por las inmediaciones de la calle 86 y Columbus Avenue, según las autoridades. Durante este trayecto, abandonó una mochila en el parque, la cual fue recuperada por la policía y está siendo analizada como posible evidencia clave.Las imágenes ayudaron a reconstruir parcialmente la ruta del sospechoso. (Prensa policía de Nueva York/@NYPDnews)Las imágenes ayudaron a reconstruir parcialmente la ruta del sospechoso. (Prensa policía de Nueva York/@NYPDnews)

El siguiente movimiento del sospechoso fue tomar un taxi hasta la estación de autobuses de George Washington Bridge, en el extremo norte de Manhattan. Allí, las cámaras lo captaron entrando al edificio. Sin embargo, no hay registros visuales que confirmen su salida del terminal ni del autobús que pudo haber abordado, lo que deja abierta la posibilidad de que haya usado medios alternativos para dejar el área.

Además, las investigaciones han revelado que el sospechoso se alojó en un hostal en el Upper West Side antes del crimen. El establecimiento, de estilo victoriano y situado cerca de Central Park, está siendo inspeccionado por la policía en busca de pistas adicionales que puedan ayudar a identificarlo.

La complejidad de los movimientos del sospechoso evidencia un conocimiento avanzado de las rutas urbanas y los puntos ciegos del sistema de vigilancia, lo que plantea nuevos retos para las autoridades.

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