La Asociación de Instituciones Educativas Privadas (AINEP), manifestó este jueves que los distintos centros educativos a nivel privados aún mantienen sus gastos operacionales, por lo que no sería factible reducir el pago de las colegiaturas.
Julia Muñiz, directora ejecutiva de AINEP, explicó que los colegios privados, en su gran mayoría, son sociedades comerciales constituidas debiendo cumplir con obligaciones impositivas las cuales, en su gran mayoría, han sido extendidos los plazos de pagos por la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), pero no eliminados.
La ejecutiva señaló que los pagos de telefonía, internet, agua y seguridad privada continúan estando activos. Asimismo, el pago de licencias educativas y tecnológicas, y la energía eléctrica, cuyo costo está establecido por potencia y no por consumo, es decir que aún los planteles escolares estén cerrados tenemos una tarifa fija que pagar al proveedor.
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“A mí la tesorería no me está diciendo que no pague, sino que me otorga diez días más para pagarle. Los maestros están trabajados y hay que pagarles. Notros los colegios pagamos la luz por potencia, o sea que aunque los recintos estén cerrados la electricidad continúa llegando y por un monto alto”, indicó Muñiz.
Sostuvo también que muchos de estos centros pagan un alquiler que en su gran mayoría están dolarizados; además tendrían que realizar el pago de préstamos que a pesar que las entidades bancarias han otorgado plazos de 2 o 3 meses, no han sido exonerados de sus responsabilidades.
Llama a diálogo y analizar situación de padres suspendidos en sus trabajos
No obstante, la entidad entiende que la dificultad sanitaria ha traído consigo un receso económico, por lo que hace un llamado a los centros educativos miembros de AINEP a dialogar con su Asociación de Padres y Madres (APMAE) con relación a su estructura, sus programas y la labor que están realizando con el objetivo de hacer un sano y consciente ejercicio de la invaluable labor que han venido realizando y tomar medidas dentro del marco de la solidaridad y empatía.
“Si hacemos un llamado al diálogo, a sentarse, a conversar y a tomar medidas en conjunto. Somos una familia y los padres no pueden ser adversarios de los colegios que eligieron para sus hijos. No pueden pedir ayuda generalizas porque no todos están en la misma situación”, aseguró.
Indicó que los padres deben acercarse a los centros educativos donde estudian sus hijos y explicarles su situación a los directores para que juntos lleguen a un acuerdo que beneficie ambas partes; ya que ningún colegio se puede dar el lujo de rebajar las cuotas establecidas, debido a que aproximadamente el 70% de los gastos fijos de una entidad educativa son nómina siendo este un compromiso que continúa activo, “ya que continuamos impartiendo la docencia de manera no presencial, y asumiendo el pago ante la Tesorería de Seguridad Social e INFOTEP”.
“Si los centros educativos privados no tienen condiciones especiales antes pagos estatales, no va a poder traspasar condiciones especiales a sus padres”, agregó.
Argumentó que si en estos momentos se le exige a los colegios que no cobren sus cuotas completas, podrían llevar a la quiebra a un 20 o 30% de esos centros; situación que el sistema público no soportaría y estaría en riesgo de colapsar.