“Se va a las 3:00 de la madrugada y llega a las 5:00 de la tarde. No permanece para poder al menos hacer oficios en la casa o para uno calmar el calor. Estamos cansados de esta situación”.
Así lamenta Raquelina Ramos, residente en el distrito municipal de La Guáyiga, en Pedro Brand, ante la escasez de agua potable y los apagones que se han estado registrando de manera más frecuente en el Gran Santo Domingo.
Ramos indica que aunque el agua debe llegar dos veces por semana a su comunidad, miércoles y domingo, “ha habido semanas en las que no la mandan. Ahí es cuando uno tiene ampararse en los vecinos para que ayuden, pero a veces ellos tampoco tienen”.
Manifiesta que “la situación se ha vuelto cada vez más insoportable”. “El jueves se hizo inclusive una protesta en el kilómetro 14 de la autopista Duarte por los apagones y otras problemáticas. Nos hemos cansado de hablar con las autoridades, pero siempre dicen lo mismo: que hay que esperar, porque están trabajando”.
Esa misma situación la padece Yenifer Hidalgo, residente en el sector Los Pabellones. “Desde siempre la luz aquí no ha servido, pero estos últimos meses han sido terribles. No dura ni cuatro horas a veces”, comenta.
Según cuenta Hidalgo, en ese sector de Santo Domingo Oeste la energía eléctrica “no tiene un horario fijo. No es estable, porque la mayoría de veces la ponen en un horario que no nos conviene: de 7:00 de la mañana a 9:00 de la mañana y después la vuelven a poner en la noche por menos de dos horas”.
En el caso del Distrito Nacional, en sectores como Honduras, El Cacique y Mata Hambre, comunitarios han manifestado que el servicio de electricidad se ha visto interrumpido con mayor frecuencia recientemente.
“Hasta 12 horas hemos tenido sin luz. Pero lo peor es que cuando vienen a cobrarla, tenemos que pagarla como sea, para que no la corten”, cuenta Patricia Mejía, residente en Mata Hambre.
Asimismo, otros que se ven afectados por estos alargados periodos sin energía eléctrica son los comerciantes. En Los Alcarrizos varios manifestaron que, a pesar de contar con inversores, pagan por un servicio que no reciben.
“Por suerte ya no nos vemos tan afectados porque tenemos con qué resolver cuando se va la luz, pero aun así uno tiene que sacar del bolsillo un dinero paga una luz que no se ve”, dice Bartolo Casanova, dueño de un colmado en ese municipio, que se ha visto afectado, con periodos “de hasta 10 horas sin energía”.
Edesur dice hay 5 plantas fuera de servicio
Comunitarios atribuyen estos apagones en esa zona a la instalación de postes que lleva a cabo desde hace algunas semanas la Empresa Distribuidora de Electricidad del Sur (Edesur), sin embargo otros apuntan que el servicio de energía eléctrica siempre ha sido deficiente. Ayer Edesur informó a través de Twitter que se encontraban fuera de servicio 5 plantas generadoras, representando unos 627 Megavatios y afectando el servicio en sus circuitos.