Santo Domingo.- Carlos Amarante Baret explicó este jueves las razones que provocaron su renuncia a las aspiraciones presidenciales en el Partido de Liberación Dominicana.

A continuación el discurso íntegro de Amarante Baret:

Dominicanos y dominicanas:

Durante los últimos quince meses he recorrido el territorio nacional impulsando un proyecto político con la convicción de que lo mejor para el desarrollo del país es que exista renovación y cambio en la sociedad, en el gobierno  y en los partidos políticos, como una manera de construir una verdadera cultura democrática y participativa.

Un proyecto político que presentó mi candidatura como aspirante presidencial, basada en propuestas concretas, reales, razonadas y con el objetivo cierto de aplicarlas desde el gobierno.

Lo he dicho y repetido. No se trata de un proyecto personal, sino de un proyecto colectivo. Su objetivo no se centra en llevar a un hombre al Palacio Nacional, sino en iniciar un proceso profundo de renovación del sistema político nacional y de cambio de la cultura política dominicana.

Se trata del establecimiento de una verdadera cultura democrática, basada en la igualdad de los dominicanos y dominicanas, de ver la política como servicio al prójimo, de lograr una democracia efectiva con real participación popular.

Tengo una fuerte convicción en que la política dominicana necesita actualizarse, superar viejas prácticas clientelares y profundizar un proceso de mayor apertura y transparencia, abriéndose a una mayor participación de mujeres y jóvenes.

He trabajado por la consolidación y fortalecimiento de una nueva cultura democrática. Soy un gran defensor del derecho a la participación. Cuanta mayor participación de la ciudadanía tengamos, mejor política tendremos.

Esta cultura democrática supone también la confrontación de ideas, a la que no debemos tenerle miedo. Una cosa es confrontar y discutir ideas, y otra cosa son los enfrentamientos personales bordeados por las diatribas y las calumnias. Debemos tener eso claro. Debatir las diferencias es vital para la democracia. Es por esta razón que invité a mis compañeros aspirantes presidenciales del PLD a un debate de ideas, que lamentablemente no se ha realizado.

Hace poco más de un año renuncié a mi cargo como Ministro de Interior y Policía, convencido éticamente de que si mi aspiración era realizar una campaña política, no podía hacerlo ocupando un puesto público, para así evitar que se utilizaran recursos públicos en la promoción de una aspiración particular. Considero éticamente incorrecto realizar campaña electoral, abierta o subrepticia, mientras se ocupa un cargo por designación desde el gobierno.

En estos 15 meses de trabajo me he dedicado a recorrer el país para profundizar el conocimiento de primera mano de las necesidades de la gente y para llevar mis ideas y mis propuestas a todos los rincones de la nación.

He conversado con empresarios, productores agropecuarios, comerciantes, profesionales, líderes comunitarios, líderes religiosos, mujeres y jóvenes, artistas, planteándole que otro camino es posible para convertir a la República Dominicana en un país desarrollado y próspero.

Durante este tiempo he insistido en varios temas centrales, que se pueden encontrar desarrollados en la Carta al Pueblo Dominicano, que hemos publicado y difundido. Nuestras propuestas, como dije anteriormente, son propuestas concretas, reales y razonadas.

En ellas presento la idea de convertir a la República Dominicana en una nación exportadora y desarrollada, crear un Estado de Bienestar y ampliar  y mejorar las políticas sociales para beneficio de todos y todas, pero especialmente, para los sectores más humildes.

He hecho  propuestas concretas para mejorar la seguridad ciudadana con un fuerte vínculo con las comunidades, atacar de plano la violencia contra la mujer, impulsar una mayor transparencia y  luchar contra la corrupción y la impunidad.

Esta ha sido una hermosa oportunidad que me ha permitido entrar en contacto con miles de compañeros y compañeras a los largo y ancho del país, contactar con diversos sectores de la sociedad, recibir el apoyo político y personal de mucha gente querida que conozco desde hace tiempo y de gente que he conocido a lo largo de este año y me ha demostrado su solidaridad y cariño.

¡Les agradezco desde los más profundo de mi corazón!

Iniciamos un proyecto político que ha crecido muy rápidamente. Realizamos actos multitudinarios que movilizaron a decenas de miles de personas. He trabajado como el que más, y lo seguiré haciendo por el bien de la República Dominicana, del Partido de la Liberación Dominicana y en defensa de los ideales del Profesor Juan Bosch.

Creo firmemente en las ideas que hemos presentado. Estoy convencido que la República Dominicana tiene una oportunidad histórica de demostrar su potencial productivo y ser un país mejor.

Creo firmemente que nuestro país debe abrir las puertas a un rol protagónico de las mujeres y de los jóvenes en la política y en la sociedad.

Creo que la democracia se basa en elecciones libres y trasparentes, pero que no hay una real democracia si no se complementa con valores democráticos, con participación popular, con cultura democrática.

La coyuntura actual del país, y especialmente del Partido de la Liberación Dominicana, muestra un clima enrarecido, polarizado. En algunos casos se ve poner los intereses personales por encima de los intereses partidarios o incluso de los intereses nacionales.

En mi caso no pongo ni he puesto por delante mi interés personal, nunca lo puse. He renunciado a muchas cosas durante mi vida en defensa de otros, especialmente en defensa del compañero presidente Danilo Medina, sobre todo cuando solo era un aspirante presidencial enfrentado al poder.

El escenario electoral interno ha cambiado en el último tiempo. Se ha generado una desigualdad que no estoy dispuesto a tolerar, pues se están utilizando influencias políticas desde sectores ubicados en el Estado hasta el último minuto, sin pruritos. Han entrado en escena poderes que influyen en forma trascendental en aspectos en los que no estoy dispuesto a tranzar.

Condeno las desigualdades en la sociedad y también en el partido. Una de esas desigualdades se ha creado en el último tiempo en la competencia interna del PLD, sobre todo en los aspectos organizativos y financieros. Y esto lo digo porque mi más de 45 años de militancia política iniciada junto al Profesor Juan Bosch, mi defensa acérrima del PLD y mi apoyo desde la primera hora a Danilo Medina, me dan derecho a manifestarme en torno a la situación actual.

He iniciado un proyecto colectivo de cambios profundos que ya no se detiene, pero que requiere más tiempo de maduración. Para que este proyecto siga hacia adelante, madure y sea una realidad, necesita actuar con prudencia.

Por estas razones, y después de escuchar y consultar con  muchos de mis seguidores y amigos, he decidido dar un paso al costado en mis aspiraciones presidenciales, no presentándome para las elecciones internas del PLD y las elecciones nacionales de 2020.

Las propuestas están ahí, están escritas, y lucharé para que se puedan materializar lo más pronto posible.

Hace un tiempo tuve la suerte de reunirme con el presidente Pepe Mujica, una persona muy amable, pero sobre todas las cosas un ejemplo de gobernante honesto. En esa reunión él me dijo “hay que remar para los jóvenes-jóvenes, no para los jóvenes-viejos”, pues no debemos reproducir prácticas o ideas del pasado llevadas adelante por jóvenes, necesitamos prácticas e ideas nuevas, de presente y de futuro que nos impulsen a todos los dominicanos y dominicanas.

Desde el lugar que me toque, seguiré apostando por los valores que he defendido en toda mi vida y que he desarrollado en este año y tres meses de recorridos y propuestas, con sinceridad, ética y responsabilidad. Seguiremos desarrollando este gran proyecto colectivo de Renovación y Cambio para seguir avanzando, para construir una verdadera cultura democrática, madurando un proyecto colectivo que quiere un país que crezca, se desarrolle y modernice, donde ser mujer no sea pecado, ser joven no sea una exclusión y ser pobre no sea una condena.

Soy un convencido que uno cosecha lo que siembra. En este año hemos sembrado semillas de propuestas, semillas de valores inquebrantables, semillas de esperanzas, semillas de amistades y de apoyos. Esas semillas van a germinar. Cuando llegue más adelante el tiempo de la cosecha, la cosecha será la recompensa al camino recorrido en este tiempo, al camino que seguiremos recorriendo, junto a los hombres y mujeres de este país, especialmente junto a las mujeres y los jóvenes. Seguiré trabajando cada día de mi vida para que todos los dominicanos y dominicanas vivan en un mejor país y sean felices.

¡Muchas gracias!

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