Las exportaciones pierden impulso en 2019

Las cifras más recientes del comercio exterior dominicano reiteran que las noticias económicas en ese frente son poco halagadoras. No es que haya crisis,

Las cifras más recientes del comercio exterior dominicano reiteran que las noticias económicas en ese frente son poco halagadoras. No es que haya crisis, pero la evidencia está indicando que el comportamiento de las exportaciones de bienes y servicios no está ayudando a contrarrestar la desaceleración de la inversión doméstica que está resultando de la incertidumbre política. Y no podía ser de otra manera en la medida en que las proyecciones de crecimiento de la economía internacional se están revisando a la baja, el crecimiento económico en Estados Unidos, aunque se mantiene en números azules, es menor al de 2018 porque ya pasó el efecto del estímulo fiscal de ese año, y el aparato productivo sigue siendo uno insuficientemente productivo, y poco competitivo e innovador.

Las exportaciones pierden impulso

Esta semana, el Observatorio Dominicano de Comercio Internacional (ODCI) publicó su Panorama del Comercio Exterior No. 4 www.odci.org.do/panorama en el que incluye un análisis del comportamiento del comercio exterior del país con datos hasta mayo de este año. El análisis, bajo el mismo título que encabeza este artículo, concluye que el crecimiento de las exportaciones está mostrando claros signos de desaceleración. Afirma que, en marcado contraste con el año pasado, entre enero y mayo de 2019, el valor de las exportaciones creció en sólo 3.2%. Esto fue menos de la mitad del 8.2% observado entre enero y mayo de 2018.

Los datos de junio que acaba de publicar la Dirección General de Aduanas (DGA) reiteran esa conclusión. Hasta ese mes, las exportaciones alcanzaron 4,885 millones de dólares, creciendo en 3.3%, comparado con 8.8% en 2018. Las que menos crecieron fueron las de zonas francas, que se mantuvieron estancadas en algo más de 2,850 millones de dólares. Las nacionales crecieron en 5.5% alcanzando casi 1,800 millones, pero ese ritmo fue cercano a la mitad del que se observó en 2018.

Estas estadísticas indican, como razona el ODCI, que “las exportaciones de bienes se han colocado nuevamente en la senda de un crecimiento lento”, que el intenso crecimiento que se observó en 2018 fue inusual y que resultó principalmente del crecimiento de la economía estadounidense en ese año, y que el país continúa evidenciando significativos problemas para hacer que sus exportaciones sean dinámicas.

Con datos hasta mayo, el ODCI muestra que los productos de exportación que fueron más dinámicos en las ventas al exterior fueron las varillas, cuyas ventas al exterior crecieron en casi 45 millones de dólares, las frutas que lo hicieron en 35.4 millones, los cigarros en 31.7 millones, las prendas de vestir de punto (27.7 millones) y los productos farmacéuticos (19 millones). En contraste, los minerales metalíferos, en particular el ferroníquel, registraron un retroceso en el valor exportado de 13.7 millones, las de prendas de vestir excepto las de punto cayeron en 10.4 millones, las de calzado lo hicieron en 6.8 millones y las de bebidas alcohólicas y preparaciones de hortalizas y frutos lo hicieron en 4.7 millones y 4.3 millones, respectivamente.

Al mismo tiempo, destaca que los mercados hacia donde crecieron más las exportaciones fueron Estados Unidos (139 millones más), China (85 millones) y Canadá (44 millones), mientras que retrocedieron las ventas a India (seguramente porque las ventas de oro se redireccionaron), a Puerto Rico y a Taiwán.

En junio, los arribos de turistas cayeron

Al tiempo que las exportaciones de bienes pierden impulso, también las de servicios lo hacen, en particular porque el crecimiento del turismo, que explica más del 80% de las exportaciones de servicios del país, se ha desacelerado. El ODCI indica que todavía no hay datos disponibles de los ingresos por servicios ni por turismo en lo que va de año, pero sí los hay del número de arribos de turistas (extranjeros no residentes), y sobre esa base advierte que, hasta mayo, éstos habían crecido en 3.5%, menos de tres cuartas partes de lo que lo hizo entre enero y mayo de 2018.

Los nuevos datos recién publicados por el Banco Central indican que, contrario a lo usual, en ese mes el número de arribos declinó en unos 12,500 turistas comparado con el total que arribó en ese mismo mes en 2018. Esto es, presumiblemente, el resultado de la mala campaña que recibió el país como destino turístico luego de las infortunadas muertes de algunos visitantes. En ese mes, el número de arribos fue de unos 485,400 comparado con 498 mil en junio de 2018. Eso hizo que el crecimiento de los arribos entre enero y junio de 2019 fuera de 2.4%, comparado con 5% observado entre enero y junio de 2018.

Más aún, si el ritmo de crecimiento observado hasta mayo se hubiese mantenido en junio, los arribos debieron haber alcanzado 515,200. Esto supone que la pérdida de arribos fue de más de 42 mil, lo que equivale a una reducción de 6% respecto al ritmo que llevaba antes de ese mes. Aunque hay que esperar por posibles repercusiones en julio y agosto, la caída de junio parece modesta respecto a las expectativas.

Las importaciones se muestran poco dinámicas

También las importaciones han crecido mucho menos de lo que lo hicieron el año pasado, lo cual es una clara indicación de que el crecimiento económico no tiene los bríos del pasado. El ODCI indica que “entre enero y mayo de 2019 crecieron en 5.4% comparado con 11.5% en el mismo período de 2018. Las nacionales crecieron en 6.1%, menos de la mitad del 13.3% registrado en 2018 y las de zonas francas vieron declinar su ritmo a casi la mitad del del año pasado, desde 4.9% hasta 2.7%”. Y esto fue así, a pesar de que las importaciones petroleras crecieron en 7.4% en el primer trimestre del año.

Los datos hasta junio son aún más contundentes. Comparado con el primer semestre de 2018, en el primer semestre de 2019, las importaciones se han mantenido prácticamente estancadas. Las totales sólo crecieron en 2%, las nacionales en 2.6% y las de zonas francas en apenas 0.7%. En contraste, en 2018 las totales crecieron en 13.2%, las nacionales en 15.4% y las de zonas francas en 5.1%.

Es la reducción en el crecimiento de las importaciones lo que explica que, a pesar del lento crecimiento de las exportaciones, la balanza comercial no haya mostrado un deterioro importante. En el primer trimestre del año, el déficit creció en apenas 73.4 millones de dólares y alcanzó 2,085.5 millones. De acuerdo con las estimaciones del ODCI usando los datos de la DGA hasta mayo, los cuales no dan cuenta de todas las operaciones de comercio exterior, pero sí de la gran mayoría, el déficit comercial alcanzó 4,419 millones, 250 millones más que enero-mayo de 2018.

El ODCI concluye que esas tendencias suponen un desafío importante para el país en un contexto en el que probablemente los efectos negativos de la mala publicidad sobre el turismo se sentirán con más fuerza en los meses por venir, los precios del petróleo podrían subir debido a las tensiones políticas internacionales, y la economía mundial, antes que recuperarse, parece que continuará en un estado de relativo estancamiento.

Y agrega que “aunque en el corto plazo hay poco espacio para prepararse para responder a esos riesgos, la situación apunta, nueva vez, a la necesidad de impulsar las exportaciones y promover la productividad y la competitividad agrícola e industrial. Esa agenda no tiene alternativas”.

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