El ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, lanzó ayer el “Sistema Nacional de Farmacovigilancia” para la detección, evaluación, comprensión y prevención de los efectos adversos de los medicamentos adulterados.

Indicó que este sistema contribuirá a mejorar la calidad de los medicamentos, permite identificar riesgos con el uso de medicamentos y prevenir daños en los pacientes, permite el monitoreo de la frecuencia de aparición de reacción adversas, identificar la autoridad regulatoria pueda identificar cambios en la información de seguridad del medicamento distintos a los identificados en los ensayos clínicos.

Precisó que todos los profesionales de la salud tienen el deber de comunicar a la autoridad sanitaria, los efectos inesperados o tóxicos para las personas o para la salud pública que pudieran haber sido causado por medicamentos.

Esto es de acuerdo al decreto 246-06 del reglamento sobre medicamentos en su artículo 236.

“Nosotros lo que hacemos es que al nivel de desarrollo que tiene la farmacovigilancia, la detección, incautación y perseguir a quienes incurren en la práctica de medicamentos adulterados”, dijo Rafael Sánchez Cárdenas.

Aseguró que las redadas y persecución continúan constantemente contra quienes incurran en la práctica.

Dengue

Por otro lado, el funcionario precisó que están saliendo informaciones distorsionadas relacionadas a las muertes de personas presuntamente de dengue. Hasta el momento no se han reportado casos de Zika.

“Aquí todo el mundo sabe que la comisión de auditoría y tiene años establecida y los casos sospechoso de dengue cuando hay letalidad tienen que pasar por esa comisión que es quien evalúa la causa de muerte. Hubo 7 casos primero y se establece que solo tres murieron por dengue”, sostuvo.

Los meses de julio y agosto son muy activos

El ministro aseguró que los meses de julio y agosto poseen los picos más altos con relación a los brotes, sin embargo, no debe de decirse en la opinión pública “que lo peor está por venir”, como algunos han enunciado. También el atraso del boletín epidemiológico se debe a que hubo una demora en la comisión científica y no podían proseguir con las investigaciones.

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