Deciden lo que es tendencia y lo que no, tienen la capacidad de agotar productos en cuestión de segundos y se han convertido en la nueva guía de estilo. Los “influencers” dictan tendencia en un mundo que se rige, cada vez más, por las redes sociales.

¿Qué es entonces un “influencer”? Según ha contado la bloguera Marta Carriedo (576.000 seguidores) a EFE, se trata de aquellas personas que realmente “tienen la capacidad de modificar la conducta de sus seguidores”. Es decir, como su propio nombre indica, aquella que influye directamente sobre la audiencia a la hora de vestir, comprar o incluso viajar.

Con el auge de esta profesión que se cataloga como reciente, y de las ventajas que conlleva, también surgen los “falsos influencers”, bautizados por la red como “bluffs”.

Cuentas con seguidores, “likes” comprados y comentarios pagados con el fin de garantizarse un hueco en la plataforma para poder colaborar con grandes marcas y obtener dinero por realizar publicaciones.

Y es que ser “influencer” es una profesión en la que la naturalidad en el discurso y la constancia en las publicaciones son la fórmula secreta.

Una imagen aparentemente impecable y mediática de cara al gran escaparate que es Instagram, cuando en ocasiones, se trata de un fraude realizado a través de estos trucos, cada día más utilizados y con mayor oferta mediante aplicaciones en la red, creando un panorama en el que diferenciar la autenticidad es cada vez más complejo, y en el que contando con estas herramientas, aparentar es mucho más sencillo.

Respecto a los motivos económicos, Carriedo explica tajante que “recibir dinero por publicar no te convierte en ‘influencer’”, para aclarar que influir es cuando realmente los resultados se convierten en cifras: “cuando se agota lo que llevas puesto, o bien los productos que lanzas”, explica.

“Cuando lancé mi barra de labios, se agotó en todos los puntos de venta” cuenta Carriedo, ejemplificando los resultados reales de su profesión, incidiendo además en que no solamente se trata de editar fotos, sino que es “una profesión más compleja de lo que parece con mucho trabajo detrás”.

Pelayo Díaz, quien supera el millón de seguidores en Instagram, lo tiene claro, citando a la que fue la precursora del movimiento influencer hace casi diez años atrás: la italiana Chiara Ferragni, que acumula 16 millones de seguidores en la red.

“Chiara es la mesías de los influencers, fue de las primeras en serlo, y todo el mundo que quisiera dedicarse a ello tendría que seguir su estela, marcada por contar la realidad de forma natural”, cuenta Díaz.

Unos datos verídicos y demostrables, puesto que cada vez que Ferragni sube una instantánea a sus redes sociales mostrando un determinado “look”, las prendas y complementos que aparecen en esta se agotan en cuestión de segundos.

Los hashtags también son otro elemento importante dentro de este mundo, ya que saber utilizarlos es algo básico para poder alcanzar popularidad.

Por su parte, Mónica Anoz, otra de las blogueras con mayor impacto en las redes gracias a sus 135.000 seguidores, cuenta que el truco para generar audiencia real está en la “naturalidad y en la constancia en las publicaciones”, dos aspectos que según ha explicado son claves para alcanzar el éxito en esta profesión.

‘Influencers’ verdaderos

Desde fuera, además, también existen algunas claves para aprender a identificar verdaderos “influencers”, como por ejemplo observar las interacciones. Así es como los comentarios cortos podrían ser originados por plataformas de pago, o bien si la cuenta sigue a un elevado número de perfiles, lo que podría indicar que solo los busca en retorno.

Los hashtags también son otro elemento importante dentro de este mundo, ya que saber utilizarlos es algo básico para poder alcanzar popularidad, aunque el origen de estos también puede desvelar si el intercambio de “likes” está detrás de la publicación. Por su parte, el inflarse el número de seguidores es, cada vez, más habitual entre los usuarios de Instagram. Unos datos que se demuestran cuando un terminado perfil sigue a un gran número de personas, siendo esto una estrategia para lograr “followers” de vuelta. Y es que ser “influencer” es una profesión en la que la naturalidad en el discurso y la constancia en las publicaciones son la fórmula secreta para abrirse un hueco de forma honesta y real.

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