Dios es la respuesta a todas nuestras preguntas y aún así pedimos mucho y preguntamos poco, son tiempos donde “tener” está por encima de saber. Tener la mente vacía y el bolsillo lleno tristemente no se interpreta como desequilibrio incluso en escenarios exigentes. Jesús, la respuesta divina a un mundo en quiebra, nos dirige hacia las fuentes del corazón, para explicarnos la razón de nuestros vacíos. Sus preguntas generan la búsqueda de recursos, no de justificaciones. Irónicamente nuestros vacíos revelan el contenido moral, espiritual y emocional que portamos, o si estamos llenos de sí mismos; Carecer de algo no necesariamente es estar vacío, sino lleno de otras cosas. Eres más que tu potencial, tus posibilidades y tus desafíos, eres quien decides ser aún cuando nada tienes porque tienes a Dios!

Posted in Edición Impresa, Opiniones, Rosas para el alma

Más de edicion-impresa

Más leídas de edicion-impresa

Las Más leídas