Más les vale

La decisión de finalizar el sitio militar al Congreso, una grosera intervención del gobierno en las actividades legislativas, envió una aparente señal ..

La decisión de finalizar el sitio militar al Congreso, una grosera intervención del gobierno en las actividades legislativas, envió una aparente señal de que en la residencia oficial de la Dr. Báez cayó un destello de buen juicio político.

Ahí, con militares porfiando con civiles, y montones de gente llevada por paga y dirigida por falsos apóstoles de la Constitución, pudo armarse un sangriento rebulú.

Las tropas del gobierno estaban tan mal instruidas que no pudieron entender que el senador José Paliza goza de inmunidad parlamentaria, más en el ajado Palacio del Congreso, donde fue obstaculizado al entrar, importándole poco al gobierno el abuso de poder de que el legislador de Puerto Plata es el máximo representante del principal partido de oposición.

Por pasillos del Congreso denunciaron diputados que deambulaban agentes del caliesaje gubernamental y uno osó entrar a una reunión de la Cámara Baja a grabar a los diputados.
Gracias a Dios cesó el revolcadero de burros en que las dos facciones de la cúpula del PLD convirtieron al Congreso y sus alrededores ¡donde llevaron hasta «constitucionalistas» motorizados que no podían decir perejil!

Ha de esperarse que el buen juicio político dure en Palacio para organizar el único juego sabio que les queda: prepararse a respaldar que la Junta Central Electoral organice elecciones justas, libres y transparentes, sin abuso de los recursos estatales en la campaña, y sin “desguañangar” más de lo que ya están las finanzas públicas. Desacreditar desde temprano el proceso electoral con candidatos oficialistas usando abusivamente los recursos estatales, sería tan rechazado como la reforma constitucional reeleccionista, imposible a menos que Palacio esté dispuesto a imponerse por la fuerza, a sangre y fuego.

Las presiones de quienes otean una situación de seria fragilidad económica, por la incertidumbre que genera el canibalismo políticod el PLD, la inminente bajada del turismo, la desaceleración económica (ya admitida por el BC con la liberación del encaje legal bancario), los nuevos escándalos de corrupción que emanan de Odebrecht, la inseguridad, los apagones, la falta de agua, y el calor que arropa no son ambiente propicio para alborotar avispas.

Aunque los dos jefes de facciones del PLD no cogieron lucha para que el pueblo instalara la pálida democracia que tenemos, más les vale asumir una actitud de respeto ante el país y contribuir a que esto se calme para que en vez de apearse no tengan que jondearse de la paz que respiran, sea en el Palacio Nacional o en el de Funglode.

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