El Dúo Rosa presenta hoy su segundo disco en Santo Domingo

Stephany Ortega creía que iba a ser concertista y que el piano sería su instrumento de toda la vida. Pero más allá del piano, de la composición y la dirección de voces que definieron sus primeros años en Santo Domingo y en Luxemburgo, descubrió que su verdadera pasión era el canto. Y no se equivocó, mucho menos sus maestros del Instituto Europeo de Canto Coral que le animaron para hacer esa transición artística.

“Empecé a estudiar canto para ser mejor directora de coro, porque quería saber de lo que estaba hablando, y ahí fue cuando mi profesora me dijo que yo tenía un gran potencial, que tenía que tomarlo seriamente. Me empujaba y empujaba en esa dirección, hasta que me gustó más la ópera y todos los géneros clásicos, los cuales yo pensaba, como piensa mucha gente, que no eran interesantes y que eran aburridos”, recordó Ortega a elCaribe.

Aúnque el cambio era un gran reto a sus 25 años, “yo había entendido que eso era lo que yo quería, que eso era lo que estaba buscando y no lo podía dejar escapar”. Hoy, a 12 años de carrera, es una de las voces dominicanas más impactantes de la escena clásica, no solo de su natal República Dominicana, sino también a nivel internacional, con una altísima valoración en China, Estados Unidos, Francia, Alemania, Canadá, Bélgica y Luxemburgo, entre otros países de Europa y el Caribe. Muchos prestigiosos escenarios, como el Carnegie Hall (Nueva York), la Sala Filarmónica en Luxemburgo, el Arsenal en Metz, el Ateneo de Madrid y el Teatro Real de la Moneda en Bruselas han expuesto el gran talento de esta artista que se muestra tal y como es, con una sensibilidad muy marcada, y que no se cree lo que es: una estrella femenina de la ópera.

Entiende que su posicionamiento en la escena clásica “tiene que ver mucho con mi personalidad, porque me gusta comunicar, porque me gusta ser honesta en lo que te digo y en lo que te canto”.

Entre lo clásico y lo popular

Ahora se encuentra en Santo Domingo promoviendo American Soul: From Broadway to París, el segundo álbum del Dúo Rosa, un proyecto que la unió en el 2014 a la pianista de origen belga Léna Kollmeier. La presentación del disco en República Dominicana se realiza con respaldo del Banco Popular, una institución que no le negó el apoyo en sus años más difíciles, cuando la familia de Stephany atravesaba por una crisis económica en la década del 90.

“Me tenía que ir del Estudio Diná de Educación Musical, y doña Farida Diná, que es todavía la directora, hizo todo lo posible y habló con el Banco Popular para que me dieran una beca. Gracias a ellos pude continuar con los estudios del piano”, recordó con una sonrisa.

American Soul: From Broadway to París es una producción que incluye piezas de comedias de Broadway, del cabaret francés, y otras canciones de varios compositores, bajo la producción de Marco Battistela y el respaldo de la disquera alemana Hänssler Classic. Un selecto público podrá disfrutar hoy en un showcase algunas de estas piezas y el viernes en un evento gastronómico y musical del hotel JW Marriott Santo Domingo.

“Esta propuesta es una continuación del disco anterior, porque el primero que hicimos, con esa mezcla europea y de América Latina, no fue pensando en fusionar lo clásico con lo popular, sino poner a Luxemburgo en República Dominicana, en el mapa musical. En ese sentido, American Soul: From Broadway to París marca el nuevo viaje promocional del Dúo Rosa entre Europa, Estados Unidos y América Latina, la misma fórmula que marcó el éxito de su anterior trabajo discográfico, titulado Return.

Una forma de ataque que le brindó éxito, incluso, en territorios donde la música clásica solo es de interés para una élite. “La gente siente cuando tú vives lo que cantas y crees en lo cantas.
Nos hemos dado cuenta que el público no tiene que ser un conocedor de la música clásica para sentirse tocado hasta lo más íntimo con una canción, ya sea alegre o triste”, sostuvo.

Química perfecta

Stephany y Léna se conocieron durante sus estudios en el Conservatorio Real de Bruselas, en Bélgica. Ese encuentro humano y artístico abrió los caminos para poner en marcha el Dúo Rosa, donde la formación clásica y moderna de ambas artistas les permite abordar con facilidad un repertorio tradicional y una gran variedad de estilos musicales del mundo. “Siempre pensamos lo mismo, no tenemos ni que hablar. En la forma de trabajar, musicalmente, tenemos mucha similitud y a la hora de escoger las piezas siempre hay química en las ideas”, dijo la pianista belga, a quien la cantante dominicana describe como “una artista de corazón latino”.

“Somos muy parecidas las dos… Después que hicimos la gira del primer CD, cuando le preguntan cuáles son sus conciertos preferidos siempre cita los que hizo en República Dominicana y el Caribe, porque la gente le demostró esa emoción”, sostuvo la soprano, una cantante clásica que está apegada a las raíces de lo popular, al contacto caluroso del público y que no tiene miedo al peso del texto, de las letras y del poema, no importa el idioma, ya sea alemán, italiano, español, hasta en chino.

“En eso tiene que ver mucho mi lado tropical, mi lado popular del que siempre me he sentido muy orgullosa y que, de hecho, por eso lo estoy transmitiendo a Léna. Es nuestro concepto como dúo, de trabajar lo popular con la calidad de lo clásico. He entendido desde el inicio, gracias a Dios, las cosas buenas que eso me puede traer”, dijo Ortega.

Stephany Ortega y la pianista belga Léna Kollmeier conforman Dúo Rosa.

Pasión musical heredada de sus padres

Stephany Ortega reside en Luxemburgo desde hace más de una década, y ostenta la nacionalidad de ese país, además de la dominicana. Está orgullosa de venir de una familia de pequeños hoteleros y amantes de la música. “Mi padre, en todo caso, si él no hubiese hecho hotelería fuera músico, él ha intentado varias veces hasta sacar un grupo de son, porque es realmente su pasión, y mi madre tiene una voz bellísima, creo que eso (su talento musical) vino de ahí”, recordó Stephany, quien se graduó con el índice académico más alto (magna cum laude) de toda la promoción en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Cosas originales
El reto es continuar con la misma línea clásico-popular y seguir aportando cosas originales con los proyectos que presentemos”.

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